La Cámara Séptima del Crimen de Córdoba sentenció a prisión perpetua a la enfermera Brenda Agüero por el asesinato de cinco recién nacidos en el Hospital Materno Neonatal “Ramón Carrillo”. Los crímenes, ocurridos entre marzo y junio de 2022, incluyeron además ocho intentos de homicidio contra otros bebés que lograron sobrevivir. El caso estremeció a la sociedad por la crueldad de los actos, que involucraron la administración de sustancias mortales como potasio o insulina a los neonatos.
Tras un juicio de seis meses, con 57 sesiones y el testimonio de 99 personas, se comprobó la responsabilidad de Agüero. Las pruebas presentadas incluyeron análisis toxicológicos que detectaron niveles anormales de las sustancias en los bebés fallecidos y archivos en el celular de la acusada sobre los efectos de estos compuestos en recién nacidos. Madres de las víctimas relataron cómo sus hijos, que estaban sanos, sufrieron un deterioro repentino tras ser atendidos por Agüero, quien frecuentemente era la última en contacto con ellos.
La exdirectora del hospital, Liliana Asís, recibió una pena de cinco años por negligencia y encubrimiento, mientras que el exministro de Salud Diego Cardozo y otros funcionarios fueron absueltos de cargos relacionados con ocultar los hechos. La investigación se desencadenó gracias a la denuncia de un familiar de una trabajadora del hospital, tras meses de demora en la respuesta institucional ante las muertes sospechosas.
El caso, que recuerda al de la enfermera británica Lucy Letby, también puso en evidencia fallos en la gestión hospitalaria. Las familias de los bebés expresaron un sentimiento agridulce, entre la justicia obtenida y el dolor por sus pérdidas. Agüero, que negó los cargos y atribuyó las acusaciones a una campaña mediática, no logró convencer al jurado, que emitió un fallo unánime.