El líder del Partido Demócrata, Lee Jae-myung, fue declarado presidente de Corea del Sur tras vencer en las elecciones presidenciales anticipadas celebradas este martes, con más del 90% de los votos escrutados. Lee, un político progresista y exgobernador de Gyeonggi, obtuvo aproximadamente el 48% de los votos frente al 42% de su principal rival, Kim Moon-soo, del conservador Partido del Poder Popular (PPP), según resultados parciales reportados por la Comisión Nacional Electoral. Kim concedió la derrota en una breve conferencia, afirmando: “Acepto humildemente la decisión del pueblo y felicito al candidato Lee Jae-myung”.
La elección, marcada por una alta participación del 77.8% de los 44.39 millones de votantes elegibles, se desencadenó tras la destitución del expresidente Yoon Suk Yeol, quien fue imputado y removido por imponer brevemente la ley marcial en diciembre de 2024, sumiendo al país en una crisis constitucional sin precedentes en su historia democrática. Lee, quien lideró la oposición contra Yoon, capitalizó el descontento popular, presentando la elección como un “día de juicio” contra el fallido intento de golpe militar.
Con una campaña enfocada en revitalizar la economía y sanar las divisiones políticas, Lee prometió políticas fiscales expansivas, mayor autonomía en las relaciones con Estados Unidos y un acercamiento diplomático con Corea del Norte y China, marcando un giro respecto a la postura pro-Washington de Yoon. Sin embargo, su presidencia enfrenta desafíos: Lee arrastra varias acusaciones judiciales, incluyendo cargos por soborno y violaciones a la ley electoral, cuya resolución fue pospuesta hasta después de los comicios.
En redes sociales, como reflejan publicaciones en X, la victoria de Lee ha generado reacciones mixtas: algunos celebran su elección como un retorno a la estabilidad, mientras otros cuestionan su historial legal y temen polarización. La ceremonia de investidura está programada para el 4 de junio, tras la verificación oficial de los resultados. Lee Jae-myung asume ahora la tarea de liderar una nación fracturada y negociar acuerdos comerciales clave en un contexto global volátil.
¿Quién es Lee Jae-myung?
Nacido en 1964 en una familia humilde de Andong, en la provincia de Gyeongsang del Norte, Lee creció en la pobreza, trabajando como obrero infantil antes de completar su educación secundaria mediante exámenes autodidactas. Estudió derecho en la Universidad de Chung-Ang y se convirtió en abogado defensor de derechos laborales, forjando una reputación como defensor de los desfavorecidos. Su trayectoria política comenzó en 2006 como concejal en Seongnam, donde más tarde, como alcalde (2010-2018), implementó políticas progresistas como un ingreso básico universal experimental, ganándose tanto apoyo como críticas por su estilo combativo.
Su ascenso a la prominencia nacional llegó como gobernador de la provincia de Gyeonggi (2018-2021), la más poblada de Corea del Sur, donde promovió iniciativas de bienestar social y enfrentó desafíos como la pandemia de COVID-19. Lee, conocido por su retórica directa y carisma populista, se postuló a la presidencia en 2022, perdiendo por un estrecho margen del 0.73% ante Yoon Suk Yeol. Su liderazgo en la oposición durante la crisis de la ley marcial de diciembre de 2024, que llevó a la destitución de Yoon, lo posicionó como el favorito en las elecciones anticipadas de 2025. A pesar de su popularidad, enfrenta acusaciones legales por presunto soborno y violaciones electorales, lo que ha generado división sobre su integridad, aunque él insiste en que son ataques políticos.
Como presidente electo, Lee Jae-myung asume el liderazgo de una nación polarizada tras un período de inestabilidad política. Su agenda promete políticas económicas expansivas, mayor equidad social y un enfoque diplomático hacia Corea del Norte y China, distanciándose de la postura pro-estadounidense de su predecesor. Sin embargo, su capacidad para unificar al país estará bajo escrutinio, dado su historial de enfrentamientos con la élite política y empresarial. Con una investidura programada para el 4 de junio de 2025, Lee enfrenta el desafío de estabilizar Corea del Sur mientras navega por un entorno global complejo y resuelve las controversias legales que lo persiguen.
Las acusaciones legales
El caso más prominente es el escándalo de desarrollo inmobiliario en Daejang-dong, Seongnam, donde Lee fue alcalde entre 2010 y 2018. Los fiscales lo acusan de abuso de poder y soborno por presuntamente favorecer a una empresa privada en un proyecto que generó ganancias de 400 millones de dólares, en detrimento de fondos públicos. Lee niega las acusaciones, afirmando que son una persecución política orquestada por el Partido del Poder Popular (PPP) para desacreditarlo. Según reportes de The Korea Herald, el juicio, suspendido temporalmente por las elecciones, podría reanudarse en julio de 2025, lo que plantea un desafío para su mandato desde el primer día.
Además, Lee enfrenta cargos por presuntas violaciones a la ley electoral durante su campaña presidencial de 2022, incluyendo acusaciones de difundir información falsa sobre su oponente, Yoon Suk Yeol. Otro caso involucra un supuesto perjurio en 2018, cuando testificó en un juicio relacionado con su hermano. Aunque la Corte Suprema lo absolvió de algunos cargos en 2023, las investigaciones en curso han alimentado críticas de sus detractores, quienes lo acusan de falta de transparencia
Con información de Reuters, New York Times y BBC News.