En lo que constituye una avance clave para posicionar a la Argentina como un referente confiable en la exportación de carne vacuna, hoy el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) presentó ante importadores, autoridades de la Comisión Europea (CE) y de los Estados miembros de la UE, además de la prensa internacional especializada, el desarrollo de un sistema que permitirá cumplir con la exigencia de ese bloque que, desde enero de 2025, no aceptará el ingreso de distintos productos, entre ellos la carne y la soja, que hayan sido generados en zonas deforestadas después del 31 de diciembre de 2020. Europa representa un mercado de casi US$500 millones.
La presentación, que coloca al país entre los primeros en implementar un análisis de riesgo y asegurar la trazabilidad y la certificación del producto se realizó en la residencia de la Embajada Argentina ante la Unión Europea, en Bruselas. El sistema que servirá para cumplir con la exigencia de la UE está integrado a la plataforma Visec (Visión Sectorial Gran Chaco), desarrollada por el sector privado. Visec, según se informó, “asegura la trazabilidad y la cadena de custodia desde el origen hasta la exportación, con supervisión y certificación de terceros independientes”.
El tema fue mencionado esta mañana por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia: “Esto es un ejemplo del exitoso trabajo del sector privado, articulado con el sector público. La Argentina es uno de los primeros países en presentar el plan que permitirá mantener el mercado de la Unión Europea. Este mercado gira en torno a las 49.300 toneladas por año, lo que representa cerca de US$490 millones anuales”.
“Este esfuerzo cuenta con el apoyo del Programa Al Invest Verde de la UE, reforzando la colaboración internacional para una producción agrícola más sostenible”, dijeron desde el Ipcva. “Se emiten certificados que confirman la procedencia sostenible de la carne y el cuero, utilizando tecnología georreferenciada para una mayor precisión y confiabilidad. Por cada embarque de carne vacuna a la Unión Europea se emitirá un Certificado de Producto Libre de Deforestación (CLD) como evidencia de que la biomasa cumple con los requisitos establecidos en la normativa europea, respaldado a su vez en un riguroso sistema de documentación y validación con tecnología Blockchain”, agregaron.
Además de embarques de harina de soja que se hicieron desde fin de 2023, en el caso de la carne bovina recientemente la Argentina realizó la primera prueba piloto con un embarque de carne exportada a Alemania el 15 de mayo pasado.
Según dijeron desde el Ipcva, en la apertura del evento el secretario de Bioeconomía de Argentina, Fernando Vilella, destacó los atributos diferenciales de la producción argentina que están en condiciones de responder a las nuevas demandas de los consumidores vinculadas con la calidad, la nutrición y el ambiente.
“Sobre la base de sus fortalezas productivas, dadas por prácticas e innovaciones adoptadas durante los últimos 30 años, la Argentina está trabajando para potenciar y diferenciar las características de su sistema de producción, aprovechando las oportunidades del mercado internacional respondiendo a las nuevas demandas de los consumidores vinculadas con la calidad, la nutrición y el ambiente”, dijo el funcionario.
“La articulación público-privada es fundamental para lograr estos objetivos, ya que nos permite generar innovaciones que incorporan, reconocen y maximizan atributos de valor, de calidad y de sostenibilidad diferenciales en las cadenas productivas y sus productos y servicios derivados. Como prueban trabajos y mediciones realizadas, los sistemas productivos de la Argentina se encuentran entre los más eficientes del mundo, con las menores huellas de carbono. La ganadería vacuna en la Argentina es una maravillosa combinación de verdes praderas, genética de excelencia y una cultura de producción ganadera que convierte a nuestra carne en un producto muy valioso y diferente”, señaló.
Vilella indicó que el Reglamento de cadenas libres de deforestación fue una decisión “unilateral” de la UE, “que aún hoy presenta dificultades en su implementación y genera incertidumbre en el comercio internacional”.
Aclaró: “Sin embargo, la Argentina es uno de los primeros países exportadores de carne vacuna en implementar y asegurar la trazabilidad y la certificación de libre deforestación de uno de sus principales productos de exportación, brindando a los operadores europeos todas las garantías de que nuestra producción es libre de deforestación”.
Jorge Grimberg, presidente del IPCVA, sostuvo que “a través del nuevo sistema Visec Carnes y sus características naturales de producción, la Argentina se consolida como uno de los países líderes en producción sustentable”.
En tanto, Mario Ravettino, vicepresidente del organismo, señaló que “el cumplimiento de esta regulación de la UE es imprescindible para mantener y desarrollar el mercado que demanda los cortes premium de mayor valor”.
Desde el organismo destacaron que el balance de carbono de los sistemas de ganadería de la Argentina posiciona al país como líder entre los principales exportadores de carne.
“La captura de carbono en el sector ganadero argentino, basado en pastizales, compensa sus emisiones de gases de efecto invernadero. Además, en la Argentina no existen limitaciones a la disponibilidad de agua. El perfil de la huella hídrica de la carne argentina detalla que el 99% de los recursos hídricos utilizados para su producción es proveniente de agua de lluvia y reciclada de manera natural y, salvo algunos eventos climáticos extremos, no se requiere riego para la producción ganadera”, señalaron.
En este marco, el Ipcva anunció el financiamiento de un proyecto de investigación para presentar la Declaración Ambiental de Producto de la Carne Vacuna Argentina. El objetivo es proporcionar a los importadores y consumidores de la Unión Europea las garantías necesarias de la sustentabilidad integral del producto.
“Este proyecto investiga (basado en normas ISO) los impactos ambientales de la carne vacuna argentina, priorizando en esta primera etapa de evaluación los indicadores de calentamiento global, acidificación, eutrofización, formación fotoquímica de ozono, agotamiento de material abiótico, recursos combustibles y huella hídrica”, explicó Adrián Bifaretti, del Ipcva, durante su conferencia.