Un devastador ataque con un misil iraní golpeó esta mañana el Hospital Soroka, el principal centro médico del sur de Israel, ubicado en la ciudad de Beersheba. El impacto directo causó daños estructurales significativos en varias áreas del hospital, generando caos y alarma en la región.
Este ataque forma parte de una serie de bombardeos dirigidos también a Tel Aviv, Ramat Gan y Holon, en lo que se considera una escalada sin precedentes en el conflicto entre Irán e Israel.
El misil, que habría sido lanzado desde territorio iraní, impactó el ala este del Hospital Soroka alrededor de las 6:30 de la mañana, hora local, según los primeros reportes.
Testigos describieron una fuerte explosión seguida de nubes de polvo y escombros, mientras el personal médico y los pacientes intentaban evacuar las zonas afectadas.
Las imágenes que circulan muestran pasillos destruidos, ventanas destrozadas y equipos médicos dañados, lo que refleja la magnitud del impacto en una instalación crítica para la atención sanitaria de la región.
El portavoz del hospital emitió un comunicado urgente confirmando que varias secciones del centro médico sufrieron “daños severos”, incluyendo el área de emergencias y algunas salas de hospitalización. Aunque no se han confirmado víctimas fatales hasta el momento, las autoridades están evaluando posibles heridos entre pacientes, personal médico y visitantes.
Se ha solicitado a la población que evite acudir al hospital, mientras los equipos de emergencia trabajan contrarreloj para asegurar el área y trasladar a los pacientes a instalaciones alternativas.
El ataque al Hospital Soroka se produce en un contexto de crecientes tensiones entre Irán e Israel, desencadenadas por un bombardeo israelí contra instalaciones nucleares iraníes el pasado 13 de junio. En represalia, Irán lanzó una serie de drones y misiles contra objetivos estratégicos en Israel, incluyendo infraestructura civil y militar.
Este jueves, al menos cuatro puntos de impacto fueron reportados en el centro y sur del país, con Beersheba siendo uno de los principales focos de los ataques. Los daños en Soroka se consideran los más graves en comparación con bombardeos previos, debido a la importancia del hospital como centro médico regional.
La ofensiva iraní ha generado una respuesta inmediata de las autoridades israelíes, que han activado protocolos de emergencia a nivel nacional. El primer ministro y el Ministerio de Defensa han convocado reuniones urgentes para evaluar la situación y coordinar una respuesta. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que sus sistemas antimisiles interceptaron varios proyectiles, pero no lograron detener el misil que impactó Soroka. Este hecho ha levantado cuestionamientos sobre la efectividad de las defensas aéreas en medio de un ataque de esta escala.
El impacto en una instalación médica protegida por el derecho internacional humanitario ha generado preocupación a nivel global. Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud han condenado en el pasado ataques contra infraestructura sanitaria, exigiendo la protección de civiles y trabajadores médicos en zonas de conflicto. Aunque aún no se han emitido pronunciamientos oficiales sobre este incidente, se espera que la comunidad internacional reaccione ante la gravedad de atacar un hospital en funcionamiento.
En las calles de Beersheba, la población vive momentos de incertidumbre. Residentes cercanos al hospital reportaron haber sentido la explosión y observaron columnas de humo desde varios puntos de la ciudad. Las redes sociales se han llenado de imágenes y videos que muestran los destrozos en el interior de Soroka, así como el despliegue de ambulancias y equipos de rescate. Algunos usuarios han descrito el ataque como un punto de inflexión en el conflicto, mientras que otros expresan temor ante la posibilidad de una escalada mayor en los próximos días.
El Hospital Soroka, que atiende a más de un millón de personas en el sur de Israel, es un pilar clave en la infraestructura sanitaria del país. Su capacidad para seguir operando tras el ataque está en duda, lo que podría tener consecuencias graves para la atención médica en la región. Las autoridades han comenzado a coordinar el traslado de pacientes críticos a otros hospitales, como el Centro Médico Sheba en Tel Aviv, mientras se evalúa la viabilidad de reparar las instalaciones afectadas.
A nivel regional, el conflicto entre Irán e Israel continúa intensificándose, con ambos países intercambiando amenazas y acusaciones. Analistas sugieren que el ataque al Hospital Soroka podría ser un intento deliberado de Irán de enviar un mensaje contundente, aunque la elección de un objetivo civil ha generado críticas incluso entre países neutrales. La comunidad internacional enfrenta ahora el desafío de mediar para evitar una guerra a gran escala, mientras las tensiones en Oriente Medio alcanzan un punto crítico.