Se levantó el paro que había llegado a bloquear 6.000 contenedores en una terminal del puerto de Buenos Aires

A raíz de los bloqueos en una de las terminales del puerto de Buenos Aires y en respuesta al pedido de la Unión Industrial Argentina (UIA), la actividad portuaria fue finalmente declarada “servicio esencial” y se levantó el conflicto en torno de la terminal de la empresa Exolgan en Dock Sud, a raíz de la cual se llegaron a acumular 6.000 contenedores con productos farmacológicos, insumos industriales y alimentados perecederos, totalmente paralizados.

“Ya levantaron la fuerza y están trabajando”, dijo un vocero del ministerio de Trabajo.

El conflicto se destrabó el viernes luego de que, en respuesta a un pedido de la UIA, la cartera laboral pidió a la “Comisión de Garantías” expedirse sobre la situación generada por el conflicto encabezado por el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) contra la empresa Exolgan, a la que reclama el traspaso de los estibadores, actualmente encuadrados en el Sindicato de Choferes de Camiones, al convenio de la organización. El SUPA había llamado a un paro por tiempo indeterminado.

Trabajo advirtió a la Comisión tener en cuenta que “las consecuencias de la huelga se han visto agravadas por el arribo inusual de buques con un incremento de cargas que habría superado el desenvolvimiento normal” y que el conflicto afecta “la dinámica del comercio exterior, las importaciones y exportaciones en el momento singular por la que atraviesa la economía” por lo que le sugirió “calificar excepcionalmente a la actividad de que se trata como servicio esencial, ante la potencialidad lesiva aludida” y tratar la cuestión “con urgencia”. Fue así que la Comisión de Garantías, integrada por Gloria Mutto, Eduardo Alvarez, Mariano Emiliani, Graciela Gonzalez, Néstor Barcos, Carlos Aldao Zapiola, Julio Cordero y Darío Kusinsky haciendo “expreso hincapié en el problema de abastecimiento para la población”, declaró “excepcionalmente como servicio esencial” la actividad portuaria.

“Cerca de 6.000 contenedores con insumos críticos para la producción industrial, alimenticia y farmacológica están demorados en el puerto en la terminal de Exolgan, producto del conflicto gremial”, dice un comunicado del Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud, que celebró la decisión.

“Frente a esta grave situación que interrumpe la operatoria de la mayor terminal de contenedores del país, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social calificó la actividad del puerto como servicio esencial. Esta medida está alineada con las políticas que viene llevando adelante el Gobierno para posicionar al comercio exterior, impulsar el desarrollo y proteger el abastecimiento del mercado interno”.

Los paros y bloqueos comenzaron en agosto pero se profundizaron en los últimos días y engrosaron el número de contenedores paralizados en puerto. Si bien no hay precisiones sobre su contenido, la Unión Industrial enfatizó la importancia de la provisión de productos farmacológicos, insumos industriales y alimentos perecederos en riesgo debido a la extensión del conflicto.

“Los procesos de carga y descarga, la logística y el transporte de insumos son indispensables, tanto para la producción y el abastecimiento interno como para la salud y el bienestar general de la población”, señala el parte del Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud, que insistió en “la importancia de respetar las vías legales para restablecer el normal funcionamiento de la Terminal”.

La UIA recurrió al ministerio de Trabajo, que encabeza Claudio Moroni, de estrecha relación con el presidente Alberto Fernández, cuando la actividad se detuvo por completo “provocando un enorme perjuicio que obliga a redirigir buques hacia al Puerto de Montevideo, Uruguay”. A esa situación, agregó, se sumaban demoras desde hace dos semanas en la Terminal 4, por el arribo de buques con carga mayor a la esperada que hizo Exolgan dejara de entregar turnos para el retiro de las flotas, atascadas por la falta de espacio físico para maniobras y el bloqueo realizado”.

“Además de vulnerar la libre circulación de bienes en el territorio nacional, se está impidiendo el tránsito de productos e insumos indispensables para cadenas productivas que resultan de interés público”, dijo entonces la UIA, y se presentó en representación de “particulares afectados” ante el Ministerio.

El conflicto enfrenta al Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), que agrupa a los estibadores, con el de Choferes de Camión. El SUPA está liderado por Juan Corvalán y Camioneros por Pablo Moyano, así como antes lo estuvo por su padre, Hugo Moyano.

A raíz del conflicto Exolgan comunicó a la Cámara de Puertos Privados Comerciales, al Centro de Navegación y al Consorcio de Gestión del Puerto Dock Sud que se trata de “un conflicto intersindical ajeno a nuestra empresa” iniciado cuando SUPA empezó a afiliar de hecho y sin presentación administrativa previa a trabajadores de una contratista de Exolgan que estaba legalmente representada por el Sindicato de Camioneros.

Trabajo dictó entonces una conciliación obligatoria. SUPA entonces profundizó sus medidas y paralizó por completo la carga y descarga de buques, bloqueando la salida de camiones y todas las actividades de la terminal, incluidas la recepción y entrega de contenedores. Así se llegó en los últimos días al bloqueo de unos 6.000 contenedores.

Corvalán alienta el pase de trabajadores al SUPA invocando la supuesta “voluntad” de los trabajadores de afiliarse a su sindicato, debido a sus mejores condiciones. Por caso, la edad jubilatoria en Camioneros es a los 65 y en Estibadores es a los 55 años. Moyano no se quedó atrás y envió micros con manifestantes de camioneros que bloquearon los accesos a la Terminal de Exolgan.

Un eventual escalamiento del conflicto, aún no del todo disipado, forzaría el incumplimiento de contratos comerciales y dañaría cadenas de abastecimiento de fábricas locales que ya bastante problemas tienen para superar las trabas dispuestas por el gobierno, desde demostrar “Capacidad Económica Financiera” ante la AFIP” para que sus operaciones sean aprobadas por la AFIP, superar el laberíntico “Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones” de la secretaría de Comercio y, finalmente, acceder a los dólares que necesitan para pagar sus operaciones en el exterior.

Fuente: Infobae