Séptima ola de Covid en Europa: por qué el coronavirus volvió con fuerza y puede complicar las vacaciones de verano

ROMA.- Tenía que ser el verano de la post-pandemia. Todos se preparaban para unas vacaciones bajo la insignia de la derrota del “bicho” que trastocó y paralizó el planeta por dos años. Pero no. Aunque ya casi no hay restricciones en Europa –ya casi nadie exige ‘green pass’, sino tan solo el barbijo en transportes públicos y hospitales-, las noticias del rebrote del coronavirus han vuelto a difundirse como reguero de pólvora en este continente. Ya se habla de una séptima ola de coronavirus, mucho menos letal gracias a las vacunas, pero seguramente alarmante, y que tiró por la borda la ilusión de que la pesadilla ya había quedado atrás.

Los contagios avanzan y hasta la reina Letizia de España, que dio positivo, se sumó hoy a esa legión de personas aisladas y encerradas en casa en pleno verano. La semana pasada la reina Letizia había tenido una agenda muy apretada con motivo de la cumbre de la OTAN en Madrid durante la que hizo de anfitriona para los acompañantes de los líderes. La reina presenta síntomas leves. Su marido, Felipe VI, se había contagiado en febrero.

Aunque, como desde el principio de la pandemia, hay mucha perplejidad y todo el mundo reconoce que es difícil saber cómo las cosas evolucionarán, según expertos esta séptima ola de Covid -que a muchos les está arruinando el verano- tiene que ver con dos factores. El primero, la capacidad de las nuevas variantes de eludir la inmunidad, a partir de su resistencia a las protecciones brindadas por la vacunación y anteriores contagios. El segundo, el relajamiento de las medidas de distanciamiento, que significó en casi todos los países del Viejo Continente el regreso de fiestas, grandes recitales y conciertos al aire libre, eventos que estuvieron vedados en los últimos dos veranos.

Si durante mucho tiempo se pensó que un contagio otorgaba protección, al menos por algún tiempo, con la familia ómicron y sus nuevas subvariantes, la BA.4 y sobre todo la BA.5, parece que ya no es así, de acuerdo con un estudio del Imperial College británico publicado a mediados de junio.

“La pandemia está aun entre nosotros. Los números están de nuevo en fuerte aumento en Europa” alertó hace unos días la comisaria de Salud de la Unión Europea, Stella Kyriakides, quien llamó a todo el mundo a protegerse este verano con vacunas y refuerzos “porque funcionan contra ómicron y sus subvariantes”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) admitió, de hecho, que esperaba “altos niveles” de Covid-19 este verano en Europa y, tras una triplicación de los casos diarios en junio, reclamó un atento monitoreo del virus. En este marco, el director para Europa de la OMS, Hans Kluge, hizo hincapié en la relación causa-efecto entre la relajación de las restricciones y el aumento de los contagios.

El impactante repunte de casos aparece patente en uno de los mapas del Centro Europeo para el Control y la Prevención de las Enfermedades (ECDC), que recuerda los tiempos más oscuros de la pandemia. Italia, Portugal, Francia e Islandia aparecen totalmente pintados en rojo oscuro, es decir, con riesgo alto. Del mismo color figuran Grecia y España occidental.

Lo cierto es que, por tercera semana consecutiva, también hubo un rebrote en el Reino Unido, donde las personas infectadas alcanzaron los 2,3 millones, más de 500.000 con respecto a la semana anterior. La curva de decesos sigue siendo menos acentuada y se evalúa una extensión de la cuarta dosis, hasta ahora ofrecida a los mayores de 50 años y frágiles.

Asimismo hubo un aumento de contagios del 67% en tan sólo una semana en Francia, con consecuente aumento de internaciones. Portugal parece ser el único país europeo en el que la situación está mejorando lentamente y si bien la mortandad está en baja, sigue siendo el país con el mayor número de muertos diarios por cada millón de habitantes de la UE, según la plataforma Our World Data de la Universidad de Oxford (48,6 muertos en 14 días por 1 millón de habitantes). Con respecto al número de nuevos casos diarios en los últimos siete días, Portugal –que hasta el 24 de junio lideraba el ranking- está cuarto, después de Lituania, Francia y Grecia.

En Italia, el primer país de Europa golpeado por el virus en 2020, en tanto, no hay familiares, amigos, colegas, que no conozcan a alguien que no se encuentre al momento encerrado en casa con síntomas gripales y positivo a un test de hisopado. Se estima que hay más de un millón de personas contagiadas, aunque los expertos creen que ese número es mucho mayor porque muchísimas personas se hacen el hisopado en casa, por lo que no queda registrada la infección en la base de datos oficial. Y se espera que las cosas empeoren “inevitablemente”. Hoy, de hecho, se superó el umbral de los 100.000 contagios en 24 horas, algo que no sucedía desde hace cinco meses, según datos del Ministerio de salud.

En este marco, no sorprende que también en Italia haya habido un “boom” de internaciones, que se cuatruplicaron en comparación al año pasado, según la Federación Italiana de Empresas Sanitarias (Fiaso). “El 1 de julio del año pasado se registraban 882 infecciones, 1676 internaciones ordinarias y 270 en terapia intensiva. Exactamente un año después, los nuevos positivos son 100 veces más (86.334), los hospitalizados se cuadruplicaron (6830) mientras que es el mismo el número de pacientes en cuidados intensivos”, explicó Giovanni Migliore, presidente de Fiaso, al Corriere della Sera.

“Esperamos ulteriores fenómenos de ampliación en los meses de julio y agosto, relacionados con una mayor circulación de personas y turistas en entrada y salida”, agregó este experto, que se sumó al coro de quienes reclaman refozar y ampliar la oferta de los refuerzos. En este sentido, en Italia hasta ahora sólo recibieron una cuarta dosis los mayores de 80 años y personas más jóvenes con enfermedades crónicas. La idea es ampliar la oferta del cuarto “booster” a los mayores de 60.

En Roma, donde en las últimas dos semanas los pacientes de Covid se triplicaron, el repunte de casos provocó ayer un verdadero “lunes negro” del sector sanitario, que vio guardias colapsadas y 47 ambulancias bloqueadas durante 12 horas, bajo el sol tórrido, ante hospitales que no tenían camas para recibir a los nuevos pacientes. Imágenes que volvieron a inquietar, en un horrible “dejá vu”, pero en el verano que debería haber sido el de la derrota del “bicho”, con un calor tropical y el termómetro marcando 38 grados.

Fuente: La Nación.