Jaime recibió la pena de 8 años de cárcel por enriquecimiento ilícito y administración fraudulenta.
En tanto, De Vido fue condenado a cuatro años de prisión como coautor de administración fraudulenta.
Además, ambos fueron inhabilitados de por vida para ejerceré cargos públicos.
Según publica Clarín, la compra de trenes inutilizados en 2005 generó un perjuicio de 31 millones de euros para el Estado.
Fuente: La Voz del Interior