El board del FMI aprobó el nuevo préstamo para la Argentina y se esperan los primeros U$S9.656 millones

El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), que integran representantes de los países miembros, terminó de aprobar el viernes el nuevo préstamo que solicitó el gobierno de Alberto Fernández para refinanciar la deuda de alrededor de u$s45.000 millones y evitar el default con ese organismo. Ahora, se espera el primer desembolso que ascenderá a U$S9.656 millones.

La cúpula del prestamista de última instancia, al que recurrió Mauricio Macri en 2018, aceptó otorgarle a la administración de Fernández un programa de Facilidades Extendidas, por u$S44.000 millones, que establece un período de gracia hasta 2026 y un máximo de 10 años para saldar la totalidad de los compromisos.

Aunque promete descomprimir los enormes desafíos financieros que afronta la Argentina, el acuerdo con el Fondo también desató una profunda crisis interna en el gobierno nacional, que terminó de quebrar la relación entre el presidente Fernández y Cristina Kirchner.

Al término de la cumbre del board, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió que “si bien está en marcha una recuperación económica y del empleo, Argentina continúa enfrentando desafíos económicos y sociales excepcionales, que incluyen un ingreso per cápita deprimido, niveles elevados de pobreza, inflación alta persistente, una pesada carga de deuda y bajos amortiguadores externos”.

Seguido, la titular del Fondo defendió las metas que se establecieron en el acuerdo, al ponderar que incluyen “objetivos pragmáticos y realistas, junto con políticas creíbles para fortalecer la estabilidad macroeconómica y comenzar a abordar los desafíos profundamente arraigados de Argentina”.

Georgieva también ratificó un pedido que se tornó complejo para Alberto Fernández frente a la crisis interna que transita el Frente de Todos. La referente del Fondo dijo que “un fuerte consenso político y social es clave para sostener la implementación de la agenda de reformas, incluso a mediano plazo, lo cual es esencial para abordar las vulnerabilidades de larga data del país”.

Además, alertó sobre los desafíos que impone la nueva coyuntura internacional y no descartó cambios urgentes en el programa que el ministro de Economía, Martín Guzmán, diseñó con los técnicos del Fondo, liderados por Julie Kozack y Luis Cubeddu.

“Los riesgos para el programa son excepcionalmente altos y los efectos secundarios de la guerra en Ucrania ya se están materializando. En este contexto, la recalibración temprana del programa, incluida la identificación y adopción de medidas apropiadas, según sea necesario, será fundamental para lograr los objetivos del programa”, apuntó Georgieva.

En líneas generales, el programa de Facilidades Extendidas fija como objetivo la reducción del déficit primario para dejarlo en el 2,5% del PIB en 2022; en el 1,9%, en 2023; y en 0,9%, en 2024.

El consenso que se alcanzó en el board no impidió que los directores expresen sus temores y dudas sobre el camino que emprenderá la Argentina. Tal como informó el FMI a través del comunicado oficial, en la reunión se reiteró que garantizar una “consolidación fiscal creíble, sostenida y favorable al crecimiento es clave para fortalecer la sostenibilidad de la deuda y descontinuar el financiamiento monetario del déficit fiscal”.

Por ello, “hincapié en la necesidad de mejorar la eficiencia, la equidad y el cumplimiento del sistema tributario” y pidieron “mejoras en la estructura del gasto, incluida la reducción de los subsidios energéticos costosos y no focalizados”.

Fueron varias las observaciones de los integrantes del board. Y claro, el drama de la inflación, que corre a un ritmo del 52,3% anual, fue uno de los temas en la mesa de las discusiones, así como el fortalecimiento de las reservas internacionales del Banco Central.

“Para respaldar esto, enfatizaron la importancia de poner fin al financiamiento monetario e implementar el marco de política monetaria mejorado para generar tasas de interés reales positivas y alentar la demanda de pesos”, indicaron en el organismo.

En el mismo sentido, se solicitó “mantener un tipo de cambio real competitivo y adaptar el marco de gestión de flujos de capitales, con el tiempo y según lo permitan las condiciones, para asegurar superávits comerciales, alentar las entradas de flujos a largo plazo e impulsar la acumulación de reservas, lo que permitiría un eventual regreso a los mercados internacionales. los mercados de capitales”.

Y tal como lo manifestó Georgieva, en el directorio del FMI reconocieron que son elevados los riesgos que afronta la Argentina por los efectos secundarios de la guerra en Ucrania, fundamentalmente vinculados con el aumento en las materias primarias. Por ello, celebraron que se adelante la primera revisión, de las que se realizarán trimestralmente hasta que finalice el programa, y pidieron que se recalibren las políticas en base a las necesidades.

“La elevada exposición a Argentina durante un período prolongado crea importantes riesgos financieros y de reputación para el Fondo. Dado que estos riesgos no pueden mitigarse por completo a través del diseño del programa y la planificación de contingencias, los directores acordaron que se necesitarán juicios finamente equilibrados al evaluar las compensaciones difíciles que probablemente surjan durante la vida del programa”, informaron en el Fondo.

En el FMI reconocieron que muchos de los integrantes del board incluso pidieron incluir nuevas reformas en el programa, con el objetivo de “aumentar su credibilidad”.

Fuente: La Voz del Interior