Prueban una terapia con oxígeno a alta presión en pacientes con COVID-19, en Argentina

Para pacientes graves con COVID-19 que sufren dificultades para respirar, se buscan diferentes opciones de tratamiento. En hospitales públicos de Argentina se estudió una intervención que implica darles oxígeno a alta presión, que llaman “oxígeno hiperbárico”. Podría llegar a ser un opción en base a los resultados del trabajo publicado en línea en Emergency Medicine Journal, pero aún se requiere más investigación con más pacientes para llegar a confirmar que el oxígeno hiperbárico pueda considerarse una terapia segura y eficaz contra el COVID-19.

Se trata de un método de administración de oxígeno a través de cámaras hiperbáricas que son portátiles. Esta particularidad evita la necesidad de trasladar a los pacientes a otro lugar, con lo que se frena el riesgo de propagación del virus, dicen los investigadores.

Entre los autores del trabajo se incluyen investigadores de la Asociación Argentina de Medicina Hiperbárica e Investigación, el Laboratorio de hipertensión arterial del Hospital de Clínicas José de San Martín y la Segunda Cátedra de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires Facultad de Medicina.

También participaron profesionales del Instituto Alberto Taquini de Investigaciones en Medicina Traslacional de la misma facultad, del Hospital Santojanni, del Hospital Muñiz y del Hospital de San Isidro, Centro de Investigaciones en Epidemiología y Salud Pública del Conicet, el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria y el Hospital Alta Complejidad Perón en Formosa.

El tratamiento con oxígeno hiperbárico consiste en que los pacientes respiren oxígeno dentro de una cámara a una presión superior a la atmosférica a nivel del mar. Esta presión suele ser superior a 1,45 atmósferas absolutas (ATA). Pero este nivel de presión tiene el potencial de empeorar la inflamación pulmonar o causar una acumulación de líquido potencialmente peligrosa (edema pulmonar) en los pulmones de los pacientes con COVID-19.

Los investigadores afirman que, si bien algunos estudios publicados anteriormente han sugerido que el oxígeno hiperbárico podría ser un método seguro y eficaz para aliviar las dificultades respiratorias y la inflamación asociada en pacientes con COVID-19, se necesitan estudios bien diseñados para confirmarlo.

Para explorar las preguntas, los investigadores de Argentina querían analizar la seguridad y la eficacia del oxígeno hiperbárico en pacientes con COVID-19 grave, y averiguar si reducía el riesgo de progresión hacia la dificultad respiratoria, la necesidad de ventilación mecánica y la muerte.

Cuarenta adultos con COVID-19 que habían ingresado en tres hospitales públicos diferentes de Argentina con graves dificultades respiratorias fueron asignados aleatoriamente a recibir el tratamiento estándar más el oxígeno hiperbárico o la intervención con oxígeno hiperbárico sola (a 1,45 ATA). Ninguno había podido alcanzar una saturación de oxígeno del 90% a pesar de la suplementación de oxígeno. Esto se considera el porcentaje más bajo de oxígeno en la sangre. La edad media era de 55 años; dos tercios eran hombres.

El tratamiento estándar consistió en antibióticos (ceftriaxona 2 g/día y azitromicina 500 mg/día durante 7 días), dexametasona 8 mg/día, paracetamol en caso de temperatura elevada y vigilancia de las complicaciones. El oxígeno se suministró con una máscara reservorio. El tratamiento con oxígeno hiperbárico consistió en 5 o más sesiones de 90 minutos cada una.

El uso del tratamiento con oxígeno hiperbárico, que fue de una media de 6 sesiones, no tuvo un efecto estadísticamente significativo en la incidencia del síndrome de dificultad respiratoria, la necesidad de ventilación mecánica o la muerte en los 30 días siguientes al ingreso.

Cuatro pacientes (3 en el grupo de comparación y 1 en el grupo con oxígeno hiperbárico desarrollaron un síndrome de dificultad respiratoria aguda o necesitaron ventilación mecánica. Y dos murieron, uno en cada grupo. Pero los autores consideran que la diferencia en la saturación de oxígeno antes y después del tratamiento fue significativa en la mayoría de las sesiones de oxígeno hiperbárico, y mostró una mejora diaria inmediata y sucesiva, y a un ritmo más pronunciado, que en los que recibieron la terapia estándar.

El tiempo que se tardó en restablecer la respiración normal también fue más corto entre los tratados con oxígeno hiperbárico: 3 días frente a 9 entre los que recibieron sólo la terapia estándar. Los investigadores reconocen que el estudio tiene limitaciones. Sólo incluyó un número reducido de pacientes que eran relativamente jóvenes. Además, el hecho de que el estudio se detuviera pronto debido a su aparente éxito limitó su capacidad para evaluar otros resultados.

No obstante, escribieron: “Nuestros hallazgos sugieren que el suplemento de oxígeno mediante el tratamiento con oxígeno hiperbárico contribuyó a un aumento [de la saturación de oxígeno] en pacientes con COVID-19 con hipoxemia grave [dificultades respiratorias], sin efectos adversos significativos”. Agregaron: “Los casos de COVID-19 grave que necesitan ventilación mecánica tienen un alto riesgo de mortalidad. Por lo tanto, se necesitan nuevas estrategias terapéuticas, y este estudio ofrece pruebas que apoyan el tratamiento con oxígeno hiperbárico″.

En diálogo con Infobae la jefa de la división de terapia intensiva del Hospital Muñiz, Viviana Chediak, una de las coautoras del trabajo, comentó: “Antes de nuestro estudio, solo había reportado casos aislados de pacientes que usaron el oxígeno hiperbárico. Este trabajo aporta más datos, aunque tiene sus limitaciones por el número de pacientes. Se necesitarán más estudios para evaluar la eficacia y la seguridad del oxígeno hiperbárico en COVID-19. No se debe aplicar en pacientes críticos, sino en personas con neumonías por el coronavirus que tienen riesgo de empeorar”.

Los investigadores consideran que se necesitan ensayos más amplios para confirmar los efectos del tratamiento en la supervivencia. En un editorial vinculado con el trabajo publicado por los investigadores de Argentina, el doctor John Kirkby, de la Universidad de Washington en San Luis (Misuri), advirtió que los pacientes no son necesariamente los típicos que ingresan en el hospital con COVID-19 y graves dificultades respiratorias.

Además, el hecho de que ninguno de ellos recibiera fármacos antivirales o preparados de anticuerpos monoclonales también podría sugerir que tenían una infección menos grave. La presión hiperbárica también era relativamente baja.

No obstante, Kirkby concluyó: “Mientras todos buscamos mejorar nuestras capacidades globales para combatir los efectos del COVID-19, este estudio demuestra el valor de buscar aprovechar al máximo los recursos disponibles para evaluar adecuadamente las modalidades de tratamiento novedosas, como un oxígeno hiperbárico de menor costo, portátil y de menor presión para lograr un impacto clínico en esta pandemia”.

Consultado por Infobae el doctor Javier Farina, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y jefe de infectología del Hospital de Alta Complejidad Cuenca Alta, en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, opinó sobre los resultados del estudio: “El ensayo realizado en tres hospitales del país incluyó pocos pacientes y no se encontraron mejoría en cuanto al requerimiento de ventilación mecánica ni en cuanto a mortalidad. Por lo cual, por el momento el uso del oxígeno hiperbárico no sería una práctica que haya demostrado eficacia para COVID-19″.

En tanto, la doctora Elisa Estenssoro, integrante de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva y del comité ejecutivo de la Federación Mundial de Sociedades de Terapia Intensiva, coincidió al ser consultada por Infobae: “El estudio planteó una hipótesis. Debería ser corroborada por otros estudios. Hasta ahora el estudio que se hizo en Argentina no llegó a demostrar que la cámara con oxígeno hiperbárica tenga buenos resultados en la insuficiencia respiratoria grave ni en la mortalidad”. Tanto Farina como Estenssoro no participaron como investigadores en el estudio sobre el oxígeno hiperbárico.

Fuente: Infobae