La tasa de VIH se mantuvo estable desde 2017 en la Argentina

La tasa de VIH se estabilizó en el trienio 2017-2019 en 10,7 casos por 100 mil habitantes -luego de un descenso sostenido durante los años previos-, según los datos del último boletín epidemiológico realizado por el Ministerio de Salud presentado este miércoles en el Día Mundial de la Lucha contra el Sida.

Además, el 29,9% de los nuevos diagnósticos sigue llegando en forma tardía aunque la tasa de mortalidad disminuyó por quinto año consecutivo, según detalla el Boletín Respuesta al VIH y las ITS en la Argentina, que constituye el informe 38° elaborado por la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis de la cartera sanitaria.

Así, durante 2019 la tasa de VIH para ambos sexos se ubicó en 10,7 por 100 mil habitantes: 15,2 para los varones y 6,2 para las mujeres.

«La estabilización en las tasas a partir de 2017 se observa en todos los grupos de edad, incluso en los intervalos entre 20 a 44 años, entre quienes más había caído en los años previos», describe el informe.

«Lo que observamos es que la tasa de casos se amesetó, esto nos preocupa y tenemos que trabajar fuertemente en que esa curva vuelva a encausarse en sentido descendente», indicó a Télam Hugo Feraud, Director Nacional de Control de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud.

A nivel regional, las tasas muestran tendencias diferentes: «El descenso en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y la región del Centro evidenciado en boletines previos se ha estabilizado los últimos tres años; la Patagonia y el NEA muestran valores fluctuantes, en tanto que en el NOA (noroeste) y Cuyo están aumentando», indica el documento.

A nivel de la jurisdicción de residencia, en 2019 las tasas más elevadas se presentaron en Jujuy (39,7 por 100 mil), Tierra del Fuego (25,4), Formosa (22,2), Salta (21,8), Neuquén (20,9) y CABA (20,4).

Para realizar el análisis evitando las fluctuaciones que podrían originarse en cambios en las prácticas de reporte, se construyeron tasas agrupando años: 2010-2012 por un lado y 2017-2019 por el otro.

«Así, se aprecia que a nivel país la tasa cae un 36%, aunque con valores que alcanzan el 85% en Catamarca, 71% en La Rioja y 67% en Santiago del Estero. Otras provincias con caídas importantes son Entre Ríos (60%), Corrientes (59%) y Santa Fe (55%). CABA y Buenos Aires caen 53% y 51%, respectivamente», mientras que en diez jurisdicciones aumenta, «aunque sólo en tres de ellas el cambio es importante: Formosa (133%), Jujuy (96%) y La Pampa (20%)».

Otra forma de leer el mismo fenómeno es analizar por nuevas notificaciones: En el bienio 2019-2020 se reportaron 7.498 diagnósticos de VIH, casi la mitad de los casos notificados en un lapso similar hace una década.

«De ellos, el 29,5% vivía en el AMBA y el 20,8% en el resto de la región central del país. Estas dos regiones aportaron el 50,3% de los nuevos diagnósticos, una diferencia de diez puntos porcentuales menos que la informada hace una década», describe el informe.

La región que más creció proporcionalmente fue el NOA, pasando del 13,5% de los casos en 2013-2014 al 20,2% en 2019-2020, situación que la ubica al mismo nivel que la región central; Cuyo, Patagonia y NEA también incrementaron su participación entre los nuevos diagnósticos, aunque en menor medida.

«La explicación de este fenómeno siempre es multicausal. Por un lado, en algunas regiones como NOA y NEA teníamos problemas de notificación que fueron mejorando, esto puede tener un impacto en el aumento de registro; por el otro, hubo migraciones internas producto de la crisis económica, entre otros factores que pueden haber tenido un impacto en el incremento», sostuvo Feraud.

Y añadió: «El otro tema que tenemos que mejorar es en el diagnóstico tardío. Para esto desde el Ministerio estamos trabajando en la búsqueda activa de casos, implementando test rápidos y acercando el test a lugares de difícil acceso; también hemos hecho pruebas con kits de autotesteo».

De acuerdo al Boletín, durante el bienio 2019-2020, el 30% de las personas notificadas con VIH recibieron un diagnóstico tardío: «el 31% de los varones cis, 27% de las mujeres cis, 25% de las mujeres trans y 29% de los varones trans».

«Cuando analizamos la oportunidad del diagnóstico por grupo de edad y género, observamos que el diagnóstico tardío aumenta con la edad», indica el documento.

Y puntualiza que entre los y las adolescentes de 15 a 19 años, el diagnóstico tardío afecta al 4% de las mujeres cis y al 12% de los varones cis; en cambio, en los varones cis de 55 años o más el diagnóstico tardío supera el 50% y en las mujeres cis de 45 años en adelante el valor está por encima del 40%.

En el diagnóstico tardío también incide el nivel educativo, por ejemplo, entre los varones cis, los datos del último bienio muestran que alcanzó al 58% de aquellos que no completaron la educación primaria, pero también al 44% de los que sí la completaron o comenzaron la educación media, sin terminarla, mientras que sólo alcanza al 20% de los que completaron la educación terciaria o universitaria.

El diagnóstico tardío también afecta al 44% de las mujeres cis que no concluyeron la educación primaria, en contraposición al 9% de las que finalizaron un estudio superior.

En los varones cis, el diagnóstico tardío es notablemente diferente entre los que se infectaron durante relaciones sexuales desprotegidas con otros varones (26%) y quienes lo hicieron con mujeres (44%).

Al analizar las nuevas notificaciones por género, poco más que el 29% de los diagnósticos se producen en mujeres cis, el 69,5% en varones cis y el 1% en mujeres trans.

«Esto ubica a la razón varones cis / mujeres cis en 2,4 a 1, sin cambios los últimos años. En números absolutos, se están diagnosticando y notificando un promedio de 45 mujeres trans y 6 varones trans por año», detalla el documento.

Muertes por VIH

En relación a la edad, la media de diagnóstico de VIH fue ascendiendo en todos los géneros, salvo en los varones cis, entre quienes este indicador se ubica en 32 años desde hace más de cinco años.

En relación a la mortalidad, que constituye un indicador central en el análisis de la situación del VIH en el país, ya que no sólo permite dimensionar el impacto de la infección sino la respuesta de los servicios de salud y las condiciones sociales en las que se producen los procesos de salud, enfermedad y atención, el Boletín precisa que «por quinto año consecutivo desciende la tasa de mortalidad en ambos sexos, lo que representa una caída acumulada desde 2015 de casi el 21%».

En 2019 se produjeron 1.265 decesos por causas relacionadas con VIH, de los cuales 840 fueron de varones, 419 de mujeres y en seis casos no se registra información sobre sexo.

Finalmente, más del 98% de las personas diagnosticadas en el bienio 2019-2020 adquirieron el VIH por vía sexual.

«El uso compartido de material para el consumo de drogas como vía de transmisión del VIH, que alcanzaba casi la mitad de los casos hace 25 años, prácticamente ha desaparecido», destaca el Boletín.

Fuente: Télam