El Gobierno da por superada la tensión con Bolsonaro y Fernández viajará a Brasil

Javier Álvarez

(Enviado especial a la gira presidencial) Tras la cumbre de Líderes del G20, el gobierno argentino dio por superada la crisis diplomática con la gestión del brasileño Jair Bolsonaro y el presiente Alberto Fernández viajará a Brasilia el mes próximo para la cumbre del Mercosur.

Fernández y Bolsonaro se conocieron personalmente en Roma, en la Cumbre del G20, y se dieron un apretón de manos entre chistes futboleros (por la Copa América ganada por Argentina en el Maracaná) y carcajadas.

Cuando el diálogo se puso serio, los presidentes hablaron del Mercosur y de la próxima cumbre, que se desarrollará el 17 de diciembre en Brasilia. Bolsonaro le expresó a Fernández que esperaba su presencia y el argentino se la confirmó.

En el vuelo que trajo de regreso al Presidente a Buenos Aires, abordo del cual se encontraba este medio, el canciller Santiago Cafiero expresó que “la relación con Itamaraty (el ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil) es algo que se ha recompuesto”.

Según el funcionario, la relación ha madurado a un punto que Bolsonaro terminó apoyando expresamente el pedido de Fernández ante el G20 para que haya financiamiento para los países pobres y de ingresos medios para la transición.

Esto es: que el Fondo Monetario Internacional (FMI) acelere la creación del Fondo de Resiliencia Internacional para inyectar recursos que permitan fortalecer los procesos de recuperación económica después de la pandemia de Covid-19.

Un historia de tensión y recomposición

Cuando Fernández asumió en diciembre de 2019, hacía poco más de once meses que el exmilitar brasileño gobernaba Brasil. Bolsonaro apoyó abiertamente el proyecto reeleccionista de Mauricio Macri. Y los cruces con Fernández fueron en ascenso.

Hasta el 19 de agosto de 2020 la relación bilateral fue de pura hostilidad. Ese día desembarcó como nuevo embajador ante el Palacio de Planalto el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli.

“Necesito que trabajemos juntos, Presidente. No vengo a comprarle menos, vengo a venderle más”, resumió Scioli en el primer encuentro, sobre lo que pretendía de la relación política y económica con el principal socio comercial de la Argentina.

Datos oficiales analizados por la consultora especializada Abeceb indican que en los primeros nueve meses del año, las exportaciones a Brasil acumulan un alza de 44,7%, alcanzando los 8.141 millones, mientras que las importaciones muestran un crecimiento del 47,5%, por un total de 8.743 millones. “Así, el intercambio de bienes con Brasil consolida su recuperación tras más de dos años de fuerte retroceso”, señaló Abeceb en su último informe.

Con el desembarco de Scioli en Brasilia comenzó un minucioso trabajo diplomático, con menos sobresaltos porque los entredichos entre los Presidentes tendieron a desaparecer. A nivel técnico y económico la situación fue mejorando y la relación bilateral tomó un curso distinto del que traía.

Cafiero recordó en el avión que cuando asumió como canciller, en reemplazo de Felipe Solá, el 20 de septiembre pasado, el Presidente le encomendó el “desafío” de fortalecer la revinculación con los tres países del Mercosur, principalmente con Brasil.

“Por eso, el primer viaje que hicimos con (la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales) Cecilia Todesca y el equipo fue a Itamaraty, para empezar una re vinculación que baje las tensiones, que eran obvias y visibles, y eso se fue logrando”, dijo Cafiero.

El 8 de octubre último, Argentina cedió parcialmente ante los reclamos de Brasil y Uruguay. Y se avanzó con la reducción del 10% en el Arancel Externo Común (AEC) que aplica Mercosur a las importaciones extrazona, que hasta entonces pagaban una penalización promedio del 13%.

Esa fue concretamente la primera gran señal de distensión tras un año de fuerte tensión, que llegó incluso a la amenaza de Uruguay y Paraguay de abandonar el bloque comercial sudamericano, por considerar “un lastre” las reglas internas.

Contrastes y Mercosur

Fernández tuvo en Roma reuniones bilaterales con Alemania, Francia, España, Canadá, Holanda, Ecuador, la Comisión Europea, la OMS, y el FMI. Y tuvo encuentros informales de diálogo político y económico con Ecuador y Finlandia.

Bolsonaro pasó por el G20 sin ningún encuentro a solas con otro jefe de Estado. Se mostró desinteresado de la agenda dominada por la crisis económica y sanitaria global por el Covid-19, que aún no termina, y por el cambio climático.

Incluso, en la cena de gala en el Palacio del Quirinal, organizada por el presidente de Italia y anfitrión, Sergio Mattarella, Bolsonaro quedó solo en una mesa porque faltaron los otros asistentes y tampoco se acercó a dialogar con otros presentes. El domingo aprovechó para pasear y hacer turismo por Roma y alrededores.

En ese contexto, Fernández y Bolsonaro hablaron al iniciar la cumbre del G20. “Fue uno de los primeros que saludó al Presidente, y ahí conversaron amistosamente, cálidamente, y quedó proyectada la cumbre del Mercosur en diciembre”, dijo Cafiero.

El canciller señaló que “estuvieron conversando” en un “diálogo gentil” y quedaron en verse el 17 de diciembre, pero mientras “los equipos técnicos siguen trabajando” en los temas que se debatirán para “fortalecer al bloque”.

“Argentina y Brasil tienen que cuidar el Mercosur. Si a la Argentina la va bien es porque a Brasil también le está yendo bien. Independientemente de las dirigencias políticas esto fue así siempre”, afirmó Cafiero.

Y dijo que en esta nueva etapa de la relación bilateral, eso se va a “cuidar” y Brasil es “consciente” de hacerlo, al igual que Uruguay y Paraguay, a margen de las fuertes tensiones que hubo en los últimos meses por la idea de abrir al bloque.

Fuente: La Voz del Interior