La Policía Federal allanó la casa de Fisherton de Mario Segovia, el «rey de la Efedrina»

Mario Segovia, «Rey de la efedrina», está preso desde 2008 y desde entonces fue condenado por diversas causas. Actualmente cumple una condena a 17 años y 6 meses de prisión.

Segovia se ganó el mote del «Rey de la efedrina» tras ser detenido en noviembre de 2008 en el aeroparque porteño acusado del contrabando a México de casi 300 kilos del precursor químico disimulado en 12 toneladas de azúcar.

En marzo de 2012, el Tribunal Oral Penal Económico Nº 2 de la Capital Federal lo condenó a 9 años de prisión por contrabando simple agravado por haber utilizado documentación aduanera falsa, por la intervención de tres o más personas y por ser perjudicial para la salud.

En agosto de ese mismo año, por la investigación de un laboratorio de metafentaminas descubierto en julio de 2008 en Ingeniero Maschwitz, Segovia recibió una condena adicional de 14 años de parte del Tribunal Oral Federal 4 de San Martín que lo consideró coautor de contrabando agravado por la intervención de tres o más personas y tratarse de sustancias que pudieran afectar la salud pública en concurso real con contrabando de estupefacientes agravado en grado de tentativa.

En esta causa se investigó el tráfico internacional de drogas y de materias primas para producirla, que tuvieron por denominador común la efedrina o pseudoefedrina. Según la investigación, Segovia era quien se encargaba del transporte aéreo de la efedrina desde Argentina a México, ya que estaba inscripto con un nombre falso para poder comprar precursores químicos bajo la identidad de Héctor Benítez, un preso de Sierra Chica.

Segovia tuvo un vertiginoso crecimiento económico en Rosario. En 2003 había afrontado un juicio por desalojo de un departamento por no pagar el alquiler. Pero en cinco años, por medios no registrados en la Afip, adquirió una mansión en Fisherton, tenía un Rolls Royce Phantom valuado en 600 mil dólares, dos camionetas Hummer y una Land Rover, dos lingotes de oro de un kilo cada uno, dos de medio kilo y otros dos de 100 gramos, 275 mil euros en billetes, 70 mil dólares, 3.500 libras esterlinas y diez armas de fuego.

El entonces ministro de Justicia de la Nación, Aníbal Fernández, dijo que los documentos de la Secretaría de Inteligencia señalaban que entre 2006 y 2008, Segovia compró 8.100 kilos de efedrina a distintas droguerías cuya cotización en el mercado ilegal mexicano le reportó unos 30 millones de dólares. De acuerdo a las investigaciones judiciales lo hizo mediante una identidad adulterada: la de Héctor Germán Benítez, un recluso que estaba entonces detenido en la cárcel de Sierra Chica acusado de un robo calificado.

Plan de evasión de Ezeiza

En noviembre de 2017, en una requisa fue hallado un croquis de la cárcel de Ezeiza y una tablet en la celda de Segovia, ante este hallazgo los investigadores sospechan que planeaba fugarse y que, además, continuaba cometiendo delitos desde la cárcel.

Las causas por los hallazgos fueron radicadas en la Fiscalía Federal a cargo de Leonel Gómez Barbella, quien requirió diligencias ante las sospechas de que el Rey de la Efedrina planeaba escaparse del penal, entre ellas, pidió medidas tendientes a determinar si Segovia fue quien realizó el dibujo a mano alzada del plano de un sector de la cárcel.

En julio de 2018, la Sala I de la Cámara de Casación Penal rechazó en forma unánime el recurso presentado por la defensa de Segovia, que pretendía que se le otorgara la libertad condicional al entender que su estado de prisión «resulta abritrario ante la inobservancia de las reglas procesales», y que el mismo deviene de «que las condenas impuestas aún no están firmes».

Fuente: La Capital