En un nuevo episodio del complejo entramado abierto desde la presentación de la Ley Bases, el Gobierno sigue de cerca el debate y la posterior votación del proyecto y del paquete fiscal que se trata desde las 11 en la Cámara de Senadores.
Con el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, en el recinto monitoreando la sesión, por los pasillos de Casa Rosada creen que cuentan con los números para la aprobación general, pero le temen a la votación del articulado.
“En Senado el panorama fue siempre más complejo que en Diputados porque partís de 33 votos en contra”, admitieron en una de las oficinas de Balcarce 50.
Según el cálculo que realiza el Ejecutivo, alcanzarían los 38 votos positivos para la sanción en general, pero hay serias dudas para la votación particular, por lo que el escenario de empate aparece como una de las posibilidades más concretas.
De esta forma, la de la vicepresidenta, Victoria Villarruel, o el presidente provisional de la Cámara Alta, Bartolomé Abdala, serán los encargados de desempatar la votación. Eso dependerá del horario en el que suceda debido a que el presidente Javier Milei tiene previsto partir a 22.30 rumbo a Italia para participar del G7.
Por los pasillos de Casa Rosada sacan cuentas y aseguran que cuentan con “36 votos duros”, y aunque hay expectativas de conquistar el respaldo de algunos senadores peronistas en determinados puntos del articulado, admiten que las llaves de la votación la tiene el radical Martín Lousteau, quien adelantó que votará en contra, algo esperado por la administración libertaria.
Lo cierto es que en caso de aprobarse, están mentalizados para que vuelva a la Cámara de Diputados para tratar las modificaciones, pero de salir rechazada, ya anticipa que retirarán el paquete fiscal. “No hay paquete sin ley, eso está más que claro”, subrayaron al respecto.
La maniobra de los santacruceños José María Carambia y su compañera de bloque Natalia Gadano, sorprendieron incluso al propio jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien había dialogado en persona con el senador.
Luego de haber aceptado un incremento del 3 al 5 por ciento de las regalías mineras y de haber firmado el dictamen -aunque en disidencia-, los senadores encendieron las alarmas del oficialismo cuando en la previa de la sesión hicieron públicas sus intenciones de no dar quorum.
Por otro lado, desmienten que el proceso de designación de la senadora Lucila Crexell como embajadora ante UNESCO haya sido una estrategia para conquistar su voto en el recinto. “Se trata de un proceso que viene desde hace tiempo, pero lo llamativo es que se filtre”, sentenciaron.
En paralelo a la actividad del Congreso, el presidente Javier Milei cumple con agenda propia. A media mañana, expuso en el predio de La Rural ante empresarios nucleados en la ExpoEFI 2024, y se limitó a destacar las bondades del proyecto y casi no hubo alusión contra los legisladores a quienes supo llamar “casta inmunda”.
Tras cumplir con el compromiso, el mandatario volvió a la Quinta de Olivos, y se prepara para disertar en el congreso del Instituto Cato y la Fundación Libertad y Progreso.
A las 22.30 está previsto que parta rumbo a Italia para dar el presente de la Cumbre del G7, incluso se habla de la posibilidad de que demore el horario de salida para seguir la votación de la ley. Fuentes presidenciales aseguran que el horario “por ahora” se mantiene.