Ferro goleó y bailó a Quilmes en un partidazo

Matías Arena

Uno, dos, tres y cuatro. Y pudieron ser más. No hubo equivalencias, no hubo paridad. Hubo un sólo equipo que supo cómo afrontar el partido y quedarse con los tres puntos. ¿El otro? Apenas fue un espejismo de lo que supo ser a comienzos del campeonato. Ferro aprovechó el bajón anímico de Quilmes y profundizó su mal momento: lo bailó 4-0 en el estadio Centenario, volvió a meterse en puestos de Reducido e hizo que su rival se alejara de San Martín de San Juan, el único puntero de la Zona A.

La victoria del Verde tuvo un gusto especial. Por cómo se dio. Por el resultado final. Por imponerse en una cancha en la que venía sufriendo varios golpazos en los últimos años. Y por ser un equipo con el que se gestó una rivalidad particular a partir de la polémica revancha de las semifinales del Reducido de la temporada 2021 en el que el árbitro Nicolás Lamolina le dio un polémico penal al Cervecero con el que pasó de ronda.

La visita fue superior de principio a fin y lo pudo reflejar en el marcador. El zapatazo de Claudio Mosca para abrir el marcador fue el único golpe que necesitó para hundir a un local que no levanta cabeza en esta parte de la temporada. Empezó siendo un huracán, dominó el grupo durante varias fechas pero entró en un pozo del que no puede salir (ganó apenas un partido de los últimos siete, en los que sumó seis puntos).

Los intentos de reacción de Quilmes quedaron sepultados en el inicio del complemento, cuando Mateo Levato estiró la ventaja al minuto luego de que un gran pase de Ricky Blanco . A partir de ahí, Ferro creció en confianza y lastimó con mucha facilitad: el propio Levato metió el tercero después de una corrida de Nicolás Retamar y Franco García convirtió tras una media vuelta.

¿Luego? Fabián Bordagaray hizo el descuento, aunque demasiado tarde. Así, Oeste armó una fiesta y tuvo su canilla libre.