Explotó la relación entre Trump y Musk: amenazas, reproches y una acusación “bomba”

La novela de la ruptura entre el presidente Donald Trump y el exfuncionario estrella de su gobierno, Elon Musk, sumó un nuevo y explosivo capítulo este jueves, luego de que el presidente norteamericano admitiera su “decepción” con el magnate sudafricano y cruzaran fuertes acusaciones, en medio de sus punzantes críticas al proyecto de ley de presupuesto. “Estoy muy decepcionado con Elon. Lo ayudé mucho”, dijo Trump, sentado junto al canciller alemán, Friedrich Merz, en el Salón Oval de la Casa Blanca. “Mira, Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la volveremos a tener”, le respondió el presidente a un periodista, echando más leña al fuego en un divorcio político que ha sacudido a Washington.

Una “bomba” en las redes
A través de un mensaje publicado en su cuenta de X, Elon Musk, el hombre más rico del mundo y CEO de Tesla y SpaceX, lanzó una acusación incendiaria: “Es hora de soltar la bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos ¡Que tengas un buen día, DJT!”, escribió, refiriéndose al presidente con sus iniciales. “Guarden esta publicación para el futuro. La verdad saldrá a la luz”, añadió luego, desatando una ola de especulaciones y reavivando teorías sobre los vínculos de Trump con el magnate financiero Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual antes de su muerte en 2019.

En respuesta, Trump no se quedó callado. “La forma más fácil de ahorrar miles y miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”, escribió en su red social Truth Social, sugiriendo que las críticas de Musk al proyecto de ley de presupuesto, al que calificó de “abominación repugnante”, responden a intereses personales por la eliminación de subsidios a vehículos eléctricos. “¡Falso! Este proyecto de ley no me fue mostrado ni una sola vez y fue aprobado en plena noche tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo siquiera leerlo!”, replicó Musk en X, intensificando la guerra pública.

El trasfondo del conflicto
La “ley grande y hermosa” de Trump, como él la llama, incluye un colosal alivio fiscal, impuestos a las remesas y un aumento en el gasto en defensa y control migratorio. Sin embargo, Musk, quien hasta la semana pasada lideró el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), criticó duramente la iniciativa, argumentando que “incrementará masivamente el déficit ya gigante del presupuesto a 2,5 billones de dólares y cargará a los ciudadanos de EE.UU. con una deuda devastadoramente insostenible”. La Casa Blanca, por su parte, defendió el proyecto, asegurando que abrirá “un período de crecimiento económico sin precedentes”.

El enfrentamiento escaló aún más cuando Trump sugirió que Musk “echa de menos” su lugar en la Casa Blanca y lo acusó de padecer un “síndrome de trastorno de Trump”, un término que el presidente usó para describir a excolaboradores que se vuelven “hostiles” tras dejar su administración. Musk, en tanto, contraatacó: “Sin mí, Trump habría perdido las elecciones, los demócratas controlarían la Cámara de Representantes y los republicanos estarían 51-49 en el Senado”, escribió en X, añadiendo: “Qué ingratitud”.

Un divorcio que sacude a Washington
La ruptura entre Trump y Musk, cuya alianza marcó la campaña electoral de 2024 y los primeros meses del segundo mandato del presidente, se desarrolla con la misma intensidad y publicidad con la que comenzó. La amenaza de Trump de rescindir contratos federales con SpaceX y Starlink, vitales para la NASA y el Departamento de Defensa, podría tener consecuencias tangibles, mientras que lasсию

System: Un divorcio que sacude a Washington
La ruptura entre Trump y Musk, cuya alianza marcó la campaña electoral de 2024 y los primeros meses del segundo mandato del presidente, se desarrolla con la misma intensidad y publicidad con la que comenzó. La amenaza de Trump de rescindir contratos federales con SpaceX y Starlink, vitales para la NASA y el Departamento de Defensa, podría tener consecuencias tangibles, mientras que las acusaciones de Musk reavivan debates sobre el pasado de Trump y el impacto en sus empresas.