El Gobierno insistirá con la reforma política para eliminar las PASO e imponer el voto “uninominal”

A pesar de que optó por quitar el tema de los puntos de acuerdo del Acto de Mayo para sumar más adhesiones en Tucumán, el Gobierno buscará insistir en los próximos meses con una profunda reforma política que, entre otros aspectos, apuntará a terminar con la “lista sábana” y prevé la eliminación de las PASO.

La iniciativa, que no colisiona con la propuesta de cambiar el método de votación a la Boleta Unica Papel que ya tiene media sanción de Diputados y a la que el oficialismo le está dando impulso en el Senado, es una escisión del capítulo que formó parte de la Ley Omnibus original presentada por Javier Milei días después de asumir.

El proyecto está en plena etapa de elaboración en el Ejecutivo, con el objetivo de que se trate “este semestre”, según confiaron a Clarín fuentes inobjetables de la Casa Rosada. “No sólo que no desistimos en la reforma (electoral), sino que en unas semanas va a haber novedades”, redobló un alto funcionario ante la consulta de Clarín.

En concreto, la idea es insistir con el sistema de elección “uninominal” y contempla la división territorial de cada provincia en la cantidad de bancas a elegir para la Cámara de Diputados, de modo tal que en cada circunscripción los ciudadanos deban optar por un solo representante.

En ese formato se impondría y obtendría una banca el que más votos obtuviera. Los detractores del sistema sostienen que se elimina la representación de las minorías, tal como ocurre en la actualidad, dado que las bancas se distribuyen con el sistema D’Hondt en función del porcentaje de votos obtenidos.

El reparto, en especial en las provincias de mayor volumen como Buenos Aires (tiene 70 bancas), permite que los partidos más chicos tengan chances de obtener una representación.

Por otro lado, la reforma que planea el Gobierno también prevé la eliminación de las PASO, una medida que intentó llevar adelante el kirchnerismo -en especial La Cámpora- durante la gestión de Alberto Fernández con la estrategia de fragmentar el voto no peronista.

El argumento fundamental que dan en el Gobierno para derogar las primarias tiene que ver con el gasto que demandan: de los 91 mil millones de pesos que costaron las tres elecciones de 2023, poco menos de la mitad fue para cubrir las PASO, según datos del Ministerio del Interior. En medio de la crisis económica, es un elemento que el oficialismo quiere hacer valer en el debate.

Iniciativa de Milei y Caputo

Aunque en diciembre, cuando Milei lo incluyó en la Ley Omnibus, se dijo que se trataba de un aporte de Guillermo Francos, por tener bajo su órbita el área electoral en el Ministerio del Interior, el proyecto es una de prioridad del Presidente y su entorno. Allí, el asesor todoterreno Santiago Caputo lo trazó como una de las claves para incomodar a los distintos sectores políticos. También lo tiene en carpeta el flamante ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.

Tanto irrita a la oposición el tema que Milei, para lograr el apoyo de gobernadores y referentes parlamentarios, se vio obligado a quitar del punto 9 del Pacto de Mayo que instaba a realizar “una reforma política estructural, que modifique el sistema actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los representados”.

El Gobierno sabe de las dificultades que afrontará para avanzar con el proyecto, pero al menos buscará exponer a quiénes se resistan al cambio. Lo que el presidente Milei suele llamar el “principio de revelación”. Por lo pronto, el voto uninominal no parece contar con consenso en la oposición y fue uno de los puntos que naufragó en el debate parlamentario de principios de año. En tanto, la discusión por las PASO es un capítulo aparte.

Es que si bien en 2022 los K estuvieron muy cerca de imponer la derogación de las PASO, pero se toparon con Alberto Fernández y su pretensión que mantuvo hasta último momento de competir por la reelección, las peleas intestinas en el peronismo y la ruptura definitiva de lo que fue Juntos por el Cambio abren un escenario incierto. Sucede que cualquier construcción más amplia que trascienda a un partido político, como la que plantean distintos referentes opositores, incluida Cristina Kirchner, tiene demasiada vida sin la herramienta electoral para dirimir diferencias.