Dembélé, rey en París: el francés del PSG ganó el Balón de Oro 2025

Ousmane Dembélé vivió la noche de su vida en el Théâtre du Châtelet. El delantero del Paris Saint-Germain levantó el Balón de Oro 2025 y se consagró como la gran figura de la 69ª edición del premio más prestigioso del fútbol mundial.

A los 28 años, el francés se impuso sobre Lamine Yamal y Raphinha, los otros grandes candidatos, y recibió el trofeo de manos de Ronaldinho. Emocionado, con lágrimas en los ojos, besó la pelota dorada ante una sala repleta de estrellas.

El galardón premia una temporada histórica: Dembélé fue el motor del triplete del PSG (Ligue 1, Copa de Francia y la primera Champions League del club). Con 22 goles y 18 asistencias, se convirtió en el líder del equipo de Luis Enrique.
“Este premio es para mi familia, para el PSG y para todos los que confiaron en mí cuando pocos lo hacían”, dijo el atacante, visiblemente conmovido.


Bonmatí, la reina indiscutida

En el fútbol femenino no hubo sorpresas. Aitana Bonmatí conquistó su tercer Balón de Oro consecutivo y se instaló definitivamente en el Olimpo del deporte. La mediocampista del Barcelona, de 27 años, fue la mejor jugadora de la Eurocopa 2025 y pieza clave en el triplete del club catalán.

Con 15 goles y 20 asistencias, volvió a brillar como la gran directora de orquesta culé. Recibió el premio de manos de Alexia Putellas y no esquivó la emoción: “El fútbol es equipo, pero este premio me impulsa a seguir soñando en grande”.


Una gala a puro brillo

La velada reunió a lo más selecto del fútbol internacional. Entre los hombres, Lamine Yamal –el joven prodigio del Barça, con apenas 18 años– se quedó con el Trofeo Kopa, mientras que el arquero del Real Madrid, Andriy Lunin, ganó el Yashin. El nigeriano Victor Osimhen fue distinguido con el Gerd Müller al goleador.

En mujeres, la alemana Ann-Katrin Berger se llevó el Yashin a la mejor arquera y la noruega Ada Hegerberg, el Müller. El Sócrates al compromiso social quedó en manos de Mohamed Salah, por su trabajo con refugiados en Egipto.

El PSG arrasó también en las distinciones colectivas: fue elegido el mejor club del año y Luis Enrique, el mejor entrenador.


Una era abierta

Con Lionel Messi y Cristiano Ronaldo fuera de escena, el Balón de Oro parece ingresar en una nueva etapa, sin dueños absolutos. Rodri, ganador en 2024, estuvo ausente por lesión, y el debate sobre los próximos dominadores ya se instaló.

Cole Palmer, figura del Chelsea en el Mundial de Clubes, suena como candidato temprano para 2026. Mientras tanto, Dembélé disfruta de su momento de gloria, el más alto de una carrera que alguna vez pareció marcada por la irregularidad.

En París, el francés cambió la narrativa y, con una sonrisa amplia, dejó una certeza: el fútbol siempre tiene lugar para nuevas coronaciones.

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