Otros 25 vuelos de Aerolíneas Argentinas cancelados por un paro y “volantazo” de los pilotos

En medio de días agitados para Aerolíneas Argentinas (AA), este mediodía los trabajadores, tripulantes de cabina y pilotos, acapararon el sector de entrada para partidas. Ordenadamente, marcharon en sus uniformes por los pasillos, se posicionaron afuera y sostuvieron los folletos que dicen: “Detrás de cada piloto y tripulante de cabina, hay una familia”.

La actividad fue parte de un nuevo reclamo de los principales gremios aeronáuticos –la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), a cargo de Pablo Biró, y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), con Juan Pablo Brey a la cabeza– en busca de visibilizar la situación que más fuertemente los aqueja: la falta de paritarias salariales. Para esto, repartieron volantes en los que dejan asentado el pedido y cuentan que hoy el atraso, tras más de ocho meses sin reacondicionamiento de los ingresos, es del 90%.

Sucedió luego de que el miércoles pasado se realizara el paro general de transporte, que afectó a todos los vuelos de la compañía de bandera, y tras la cancelación y reprogramación de otros por falta de pilotos este domingo y lunes como consecuencias de las medidas de fuerza en el Centro de Instrucción y Entrenamiento (Cefepra).

El “volantazo” se da en un contexto de intensificación de la puja entre los trabajadores y la aerolínea, especialmente tras la cancelación de la mesa de negociación que la empresa había estipulado desarrollar esta mañana entre las dos partes.

Hoy es la segunda vez que los trabajadores buscan acercarse a la gente –la primera fue el 24 de octubre– con la idea que explicaron en un comunicado: “Transmitir en persona el momento que estamos atravesando como trabajadores con una paritaria congelada y la amenaza directa a los puestos de trabajo por la privatización de Aerolíneas Argentinas”.

Algunos tripulantes de cabina contaron a LA NACION que hoy no pudieron estar adentro porque la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA) no los dejó. Así que afuera, de a grupos, se encargaron de darle información a la gente que pasaba. Algunos, muy pocos, se quejaban por las afectaciones que los paros causaron. “Fuimos víctimas por más de 12 horas”, respondía una mujer, que después escuchó atenta las explicaciones: “Sé que estar del lado de ustedes es un embole, nosotros lo último que queremos es perjudicar a los pasajeros”.

Matías Bagnato es comisario de abordo del área de cabotaje regional desde hace 20 años. En 1994, fue el único sobreviviente del múltiple asesinato en el que murieron su madre, su madre, sus dos hermanos y un amigo de ellos. Sobre la jornada y la situación que atraviesa hoy el sector aeronáutico, detalló: “Siempre tratamos de hacer todo para no llegar al paro. Estamos haciendo esto de repartir estos volantes, explicándole [a la gente] que no queremos llegar al conflicto. Desgraciadamente, el Gobierno está utilizando el problema salarial para generar el conflicto, exponernos y de ahí plantear la privatización”.

Si bien la posible privatización de AA es un problema también para sus trabajadores, continuó, no es la prioridad: ahora están enfocados en solucionar y conseguir un incremento salarial que recomponga el poder adquisitivo perdido; algunos tripulantes de cabina hoy cobran $700.000. “Nosotros no queremos ir a la guerra política, los empleados queremos trabajar tranquilos. Queremos resolver el tema paritario. No estamos pidiendo un 90% de aumento, siempre decimos que con un 35% nos sentamos, destrabamos y seguimos hablando”, remarcó.

Así como la gente hoy se muestra atenta y escucha las explicaciones, Bagnato también dijo que el apoyo se nota en cada vuelo. “A nosotros nos duele la situación, porque es una profesión muy sensible con el tema de la seguridad. Hay que estar con la cabeza muy bien para estar arriba de un avión, son muchas las responsabilidades que tenemos los pilotos y los tripulantes como para andar pensando que te tenés que ir de tu casa, que no te alcanza el sueldo”, sostuvo.

Todos los trabajadores mostraban su preocupación. Algunas tripulantes de cabina lloraban y se abrazaban. Mariana Flores y Claudia Jiménez fueron dos de ellas, que dialogaron con LA NACION sobre el pedido que vienen haciendo los gremios. “Me duele escuchar tantas mentiras. Cada vez que me preparo una vianda con las comidas para ir a volar, me acuerdo de una periodista que decía que nos dan las cuatro comidas. O cuando nos dicen que tenemos pasajes gratis. Embarcamos si hay lugar en el avión, no le sacamos el lugar a nadie. Pero más allá de eso, duele pensar que uno se va a quedar sin trabajo. Eso duele”, sostuvo una de ellas.

Todos remarcan que detrás hay familias, y que varios sueldos están por debajo de la canasta básica. “Estamos pidiendo que se adecue nuestro salario a la inflación actual. Se dice que cobramos una cantidad de plata estrafalaria, que no es así. Estamos haciendo malabares en nuestras casas para ver cómo subsistir, encima sin saber si mañana vamos a tener trabajo”, agregaron.

Además, destacaron lo que significa su profesión: “Nosotros amamos trabajar y hacer lo que hacemos. No es solo nuestra fuente de trabajo, es nuestra pasión. Lo hacemos con pasión, y ver que nos vapulean y nos destruyen, solo por una cuestión política o por una cuestión de querer conquistar una bandera política… No se dan cuenta de que atrás de todo eso hay familias”, sostuvo Jiménez.

Flores, por su parte, agregó: “Una de las cosas que no dicen es que nosotros cobramos parte de nuestro sueldo por productividad. Si no volamos, no cobramos. Entonces, no nos conviene cancelar vuelos, eso no es lo que nosotros estamos buscando. Nosotros queremos trabajar, queremos volar, queremos estar arriba de un avión, que es lo nuestro, y lo que menos queremos es perjudicar al pasajero”.

Mientras tanto, fuentes de Aerolíneas Argentinas dijeron a LA NACION que hoy va a haber 25 cancelaciones totales de vuelos, parte del conflicto que implica las habilitaciones de pilotos. Ya esta mañana, antes de la actividad de los empleados, hubo varios vuelos demorados y algunos cancelados.