El excanciller Felipe Solá le respondió a Máximo Kirchner, quien afirmó en una entrevista en el diario El País de España que el financiamiento de la política por parte del juego “viene de la época de [Felipe] Solá, [Daniel] Scioli y [María Eugenia] Vidal”. Solá, quien fuera gobernador de la provincia de Buenos Aires entre 2002 y 2007, sostuvo que el presidente del Partido Justicialista (PJ) bonaerense “debería informarse mejor”.
“Máximo Kirchner da a entender que en mi etapa el juego sirvió para financiar la política. Antes de contestar debería informarse mejor. Sobre todo en la provincia en la que es presidente del PJ. Subí el canon de los tragamonedas del 11% al 34%, y exigí la instalación a costo de los bingueros de controles en Lotería para saber cuánto recaudaba cada máquina”, expresó Solá en su cuenta de X y subrayó que “nadie se había ocupado de recaudar para la provincia antes”.
El exgobernador continuó su descargo: “Cesaron los pedidos de coimas contra las amenazas permanentes de cerrar todo por ley, lo que era permanente en la Legislatura provincial”. Y concluyó su mensaje con una solicitud: “Les pido que no asocien con mis antecesores ni con mis sucesores”.
Kirchner se desligó de ese tipo de financiamiento. Ante la pregunta del diario español en relación a por qué no pudieron cortar con ese tipo de financiación, contestó que “hasta el momento” no vio “ninguna denuncia en ese sentido” y elogió al actual gobernador, Axel Kicillof: “La administración del gobernador ha sido más que prolija en la provincia. Podés poner la industria del juego, a los medios de comunicación y los otros miles de actores que andan dando vueltas. Hay que hacer una ley de financiamiento de la política a nivel nacional”.
El legislador nacional, exjefe de bloque del entonces Frente de Todos, agregó: “Nosotros creemos que el Estado tiene que tener un rol en el financiamiento porque le genera independencia a la política. Los sectores del poder económico no nos quieren y siempre han estado más cerca de Macri y del Gobierno de Milei”. Ante la repregunta en relación a que se han publicado sus reuniones con el “poder económico”, Kirchner reconoció que “sí”. Y explicó: “Los vínculos con los sectores de poder los tenés. Desde que impulsé la ley del Impuesto a las grandes fortunas y mi voto contra el acuerdo con el FMI, eso se redujo casi a cero”.
Hace tres años que Solá está fuera de los primeros planos de la política, a pesar de ocupar los primeros flashes durante los últimos casi 30 años. Antes de ser gobernador fue vicegobernador; previamente fue secretario de Agricultura de la Nación durante casi todo el menemismo; en 2009 rompió con el kirchnerismo y fue uno de los artífices de la victoria de Francisco De Narváez a Néstor Kirchner en les elecciones legislativas de 2009; después adhirió al Frente Renovador de Sergio Massa, que también triunfó en las elecciones de medio término, pero de 2013.
Luego de ser uno de los articuladores de la unión del peronismo para enfrentar a Mauricio Macri en 2019, fue designado por Alberto Fernández como su ministro de Relaciones Exteriores. Tras las PASO de 2021 fue echado de la Cancillería mientras viajaba a una cumbre de la Comunicad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) a México. Llegó, se enteró de su destitución, no asistió a la cumbre y se volvió. Al año siguiente fue designado como representante de la Argentina ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).