La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) confirmó un paro total de actividades en Aerolíneas Argentinas para el próximo martes 10 de junio, desde las 18:00 hasta las 02:00 del miércoles 11, afectando las operaciones en los aeropuertos Jorge Newbery (Aeroparque) y Ministro Pistarini (Ezeiza). La medida, anunciada ayer, responde a un conflicto por “incumplimientos salariales” y “fallas técnicas” en la flota, en un contexto de creciente tensión entre los gremios aeronáuticos y el gobierno de Javier Milei.
Reclamos gremiales y críticas al gobierno
APLA, liderada por Pablo Biró, denunció un “contexto extremadamente crítico” en la industria aerocomercial, señalando un “prolongado retraso” en la actualización salarial, la reducción de días de vacaciones de 40 a 15, y cambios en los límites de horas de vuelo y descansos semanales. Según el sindicato, los pilotos enfrentan condiciones laborales precarizadas y la falta de un plan claro para el futuro de la compañía. También se reportaron fallas técnicas recurrentes en los aviones, que comprometen la seguridad operacional. “Las decisiones del gobierno se toman con liviandad, sin medir el impacto negativo en los trabajadores y los pasajeros”, afirmó APLA en un comunicado.
El paro se enmarca en las recientes desregulaciones del sector transporte, impulsadas por el DNU 340/2025, que permiten el uso de aeronaves extranjeras sin tripulación argentina y eliminan restricciones a la nacionalidad de directivos de aerolíneas. Estas medidas, sumadas a la limitación del derecho a huelga mediante un decreto que exige un 75% de servicio mínimo, han generado un fuerte rechazo de los gremios, incluida la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que también anunció medidas de fuerza para junio.
Respuesta de Aerolíneas y el gobierno
Aerolíneas Argentinas calificó el paro como “políticamente motivado” y aseguró que trabaja para minimizar el impacto en los pasajeros, aunque no precisó cuántos vuelos serán afectados. La empresa destacó que, por primera vez desde su renacionalización en 2008, cerró 2024 con ganancias de 270.814 millones de pesos y un resultado operativo positivo de 56,6 millones de dólares, según auditorías de KPMG. Además, anunció que no requerirá fondos estatales en 2025, un hito que fue celebrado por la alianza SkyTeam en la 81ª Asamblea General de IATA en Nueva Delhi.
Sin embargo, los gremios cuestionan estos números, argumentando que las ganancias se lograron a expensas de los trabajadores, con recortes en beneficios y falta de inversión en mantenimiento. Desde el gobierno, el Ministerio de Transporte, a cargo de Juan Ignacio García, defendió las reformas como necesarias para “modernizar” el sector y acusó a los sindicatos de “resistir el cambio para mantener privilegios”.
Impacto en los pasajeros
La huelga, que afectará principalmente vuelos domésticos e internacionales desde Aeroparque y Ezeiza, promete generar caos para miles de pasajeros en plena temporada de viajes. En mayo, Aerolíneas reportó un aumento del 60% en sus ventas durante el Hot Sale, lo que indica una alta demanda de pasajes para junio. La compañía recomendó a los pasajeros verificar el estado de sus vuelos a través de su sitio web y ofreció reembolsos o reprogramaciones sin costo, aunque las alternativas son limitadas debido a la alta ocupación.
Un conflicto que se agrava
El paro del 10 de junio se suma a una serie de medidas de fuerza anunciadas por la CATT, que incluyen posibles interrupciones en trenes, colectivos y puertos, en rechazo a las desregulaciones y la limitación del derecho a huelga. La suspensión judicial del decreto que restringía las protestas no logró calmar las aguas, y los gremios advierten que el conflicto podría escalar si no hay avances en las negociaciones. “No vamos a permitir que desmantelen Aerolíneas ni los derechos de los trabajadores”, aseguró Biró.
Mientras tanto, los pasajeros se preparan para una semana de incertidumbre, con el transporte aéreo argentino al borde de una nueva crisis.