De cuánto será la inflación de marzo: disparidad en las mediciones privadas

Las estimaciones de inflación de marzo del sector privado muestran una marcada disparidad, aunque en general la ubican por debajo de la de febrero.

La evolución de los precios de este mes estuvo marcada por la pelea entre el Gobierno, las empresas productoras de bienes de la canasta básica y los supermercados por la política de promociones por cantidad y no por precio que siguen ejecutando.

Según la consultora EcoGo “en la tercera semana del mes, los alimentos registraron un incremento del 1,6%, marcando una desaceleración de 1,2 p.p. respecto a la semana previa”.

Inflación de marzo: de cuánto será

“Con este dato y considerando un aumento proyectado para la última semana del mes del 3%, la inflación en alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 11,4% en el marzo. Si además se incorporan los aumentos registrados en alimentos consumidos fuera del hogar, la inflación en alimentos alcanzaría el 11,2%”, indicó EcoGo en su último informe.

Cuando a la medición se le añaden los otros bienes y servicio la inflación de marzo se calcula en 13,1%, apenas por debajo de la de febrero.

Una evaluación similar tiene la consultora C&T, que ubica el costo de vida en 13%, aunque admitiendo que si se excluyen los precios regulados y los estacionales sería de un dígito.

La misma proyección tiene el economista, Miguel Ángel Broda, quien de todas maneras señaló que la tendencia general es decreciente.

Un cálculo mucho más optimista tiene la consultora Libertad y Progreso, cuya evaluación arroja que la inflación de marzo fue de 10,5%.

De esta forma, el trimestre cierra con una suba de precios acumulada de 51,1% y en la comparación interanual el incremento es de 286,4%.

Libertad y Progreso explicó que “en la evolución del mes, encontramos que la primera semana de marzo se presentó una suba de 5,2% donde impactó el incremento de los regulados. En particular, se presentaron subas en las tarifas eléctricas y se hicieron sentir la actualización de cuotas de colegios. En la segunda semana se desaceleró al 1,6% y en la tercera se alcanzó un mínimo de 0,8%, la medición más baja desde octubre. Finalmente, la última semana del mes se aceleró hasta el 1,4%”.

En su argumentación, la fundación subrayó que “es importante resaltar que la desaceleración del IPC de marzo se da en un mes donde la estacionalidad suele jugar en contra. Sin embargo, como se ha desacelerado fuertemente la depreciación de nuestra moneda, esto ha permitido más que compensar el efecto estacional”.

Añadió que “de esta forma, el IPC de marzo deja un arrastre de 1,8 puntos porcentuales para abril, unos 1,2 pp. menos que en febrero”.

“Si bien es cierto que la en el primer trimestre la pobreza siguió aumentando, la desaceleración de la inflación abre la puerta para que empiece a bajar”, consideró el economista jefe de L&P Eugenio Mari.

En tanto, para LCG en la cuarta semana de marzo los precios aumentaron 0,8%, y se aceleró 0,1 puntos con relación a la anterior. No obstante, es la segunda más baja desde octubre del año pasado. La anterior más baja fue justamente la de la semana previa.

De esta forma, la inflación de los alimentos punta a punta de marzo sería de 8,6%.

Esta estimación sólo tiene en cuenta alimentos y no añade servicios, pero de todas maneras la diferencia con las dos primeras mediciones sería de alrededor de 3 puntos.

El dato oficial de inflación será dado a conocer por el INDEC el próximo viernes 12 de abril.

El presidente, Javier Milei, y el ministro de Economía, Luis Caputo, olieron desde los primeros días del mes que marzo podía ser un mes complicado para acentuar la desaceleración de la inflación, ya que es un mes estacionalmente complicado por el inicio d las clases y en este caso por el ajuste de tarifas.

De allí que emprendieron una cruzada contra productores de bienes de primera necesidad y supermercados para que cambien el sistema de promociones y rebajen directamente los precios.

Si bien hubo un leve cambio tras las reuniones en poco tiempo todo volvió a la situación previa.

Desde las empresas y los supermercados no parecen dispuestos a realizar un cambio profundo porque consideran que esa es la mejor forma de captar clientes.

Fuente: La Voz del Interior