Violencia narco: dos capos de «Los Monos» con celulares en sus celdas y un apagón sospechoso

Virginia Messi

Los siete allanamientos concretados este viernes a la mañana en tres cárceles federales donde están alojados lideres de «Los Monos», dejaron mucho material para analizar, dos teléfonos celulares secuestrados a dos de los capos en sus celdas y algunos episodios muy extraños.

Aunque a Ariel Maximo «Guille» Cantero (34) sólo se le encontraron anotaciones en su celda del Complejo Penitenciario 2 de Marcos Paz, dos de sus laderos, detenidos en el Complejo Penitenciario I de Ezeiza fueron más descuidados.

Cuando los agentes del Departamento de Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la Policía Federal llegaron hasta la celda 11 del pabellón B del penal de Ezeiza,  Carlos Damián «El Toro» Escobar (36) tenía un I Phone encima. Intentó pasárselo disimuladamente a un compañero de encierro pero lo descubrieron. La secuencia, además, quedó filmada.

Otro de los narcos alojados en Ezeiza, Leandro «El Pollo» Vinardi (37), también tenía un teléfono celular en su celda, la número 8 del pabellón B.

No es que la existencia de estos dispositivos sorprendiera a los investigadores. De hecho, era lo que iban a buscar. Lo que vuelve muy interesante el hallazgo es el tipo de información que podría obtenerse de los teléfonos. Pero para esto habrá que esperar.

Por lo pronto ambos aparatos fueron secuestrados y ahora sera el momento de, a traves de ellos, tratar de confirmar la hipótesis de que los líderes de Los Monos, aun presos, son los que están detrás de una serie de episodios violentos (e incluso homicidios) ocurridos en los últimos meses en Rosario.

Corrupción penitenciaria

Los operativos del viernes en Marcos Paz, Ezeiza y el penal de Rawson también tuvieron como eje las sospechas de que agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) amparan e incluso facilitan que los narcos puedan comunicarse a sus anchas y seguir manejando sus estructuras.

En este punto dos episodios fueron bastante significativos.

El primero: cuando se allanaron las oficinas administrativas del Complejo Penitenciario de Marcos Paz no se encontró ningún registro de las llamadas realizadas por «Guille» Cantero, pese a que esta información había sido expresamente pedida en marzo de 2022 por el Tribunal Oral en lo Federal N° 3 de Rosario, que sigue la ejecución de su pena.

Algo mucho más burdo ocurrió en Rawson.

Allí no sólo se encontraron huecos en las paredes de las celdas, por donde los presos se pasaban los teléfonos celulares. A las 10 de la mañana, cuando todo estaba preparado para irrumpir en las celdas de Rodolfo «Eri» Massini (43), Pablo Nicolas Camino (27), sorpresivamente se corto la luz del penal. Mucha casualidad.

El dato que tenía la Justicia Federal era que Massini manejaba su disputa interna con el «Pollo» Vinardi desde Rawson e incluso que un teléfono había sido escondido en la carne que entró a la cárcel. Pero no se pudo encontrar nada.

En los fundamentos del dictamen fiscal- por el que se pidieron los allanamientos- se detalla cómo Cantero, sus socios y segundas líneas de la banda (también presos) tendrían vinculación con al menos tres hechos trascendentes de violencia ocurridos en los últimos meses: los 12 balazos disparados contra una garita del penal de Marcos Paz, el 13 de noviembre de 2022; el homicidio de Lorenzo Altamirano, ocurrido el 2 de febrero de 2023 cerca del ingreso principal al estadio de Newells y finalmente el ataque a una sucursal Nuevo Banco de Santa Fe, el 9 de febrero pasado.

PS

Fuente: Clarin.com