Independiente Rivadavia de Mendoza se coronó campeón de la Primera Nacional y jugará en 2024 en la Liga Profesional de Fútbol, un torneo de Primera División después de 41 años, ya que la última de las seis participaciones en los viejos Nacionales fue en 1982. Cuando parecía que el ascenso se definía en la tanda de penales, Brian Sánchez a los 9 minutos del tiempo suplementario y Victorio Ramis a los 14, le dieron el título. La desazón quedó para Almirante Brown, que ahora deberá jugar la segunda fase del Reducido con Ferro.
Con el pitazo final del árbitro Nicolás Ramírez, aparecieron las dos caras de la moneda en el césped del estadio Mario Alberto Kempes. La alegría de los jugadores campeones y la desazón de los de la Fragata. Un sector del estadio, la cabecera Luis Fabián Artime (sur) y la platea Roberto Gasparini (este) desbordado por la alegría del ascenso, el otro, la popular Daniel Willington (norte) y la platea Osvaldo Ardiles (oeste) retirándose resignado a buscar una nueva oportunidad.
Unas 35.000 personas vibraron la final de la Primera Nacional en un cancha tiene lugar para 60.000 espectadores. Aún así, el marco fue festivo e inolvidable, más allá de los incidentes que se produjeron antes del inicio entre los hinchas de Independiente Rivadavia, que intentaron ingresar pirotecnia, y la policía local.
Fue largo y extenuante el camino hacia la Primera División. La Lepra se quedó con el primer puesto de la zona B con 68 puntos, producto de 20 triunfos, 8 empates y 6 derrotas en 34 encuentros, con 51 goles a favor, más incluso de los que jugaron 36 partidos en la zona A. Tuvo al goleador del campeonato, el paraguayo Alex Arce con 26 tantos, que jugó la final sin estar recuperado del todo de un desgarro, que se perdió un gol increíble en el arranque del segundo tiempo y que después fue reemplazado por Ramis, autor del segundo gol.
Del partido, poco y nada. El primer tiempo fue mejor Almirante y desde el inicio de la parte final, Independiente Rivadavia, justo campeón, que empezó la recuperación con la llegada de Alfredo Berti, ex técnico de Argentinos y Newell’s, a comienzos de abril en reemplazado de Éver Demaldé. Dos meses antes, además, Daniel Vila regresó, después de 10 años, a la presidencia. “Ví a mi club prácticamente en ruinas. Me fui en el año 2013 del fútbol y dije no vuelvo nunca más, pero el fútbol es pasional, y la pasión a veces puede sobre la razón”, afirmó a principios del año el mandamás también del multimedio América, además amigo de Sergio Massa, el actual Ministro de Economía y candidato a la presidencia de Unión por Todos.
Uno de los momentos emotivos de los festejos fue cuando Maximiliano Gagliardo, el veterano arquero de La Lepra que sumó su tercer título y cuarto ascenso -también llegó a Primera con Arsenal y Barracas Central- le dedicó el triunfo a su mamá. “Mi vieja superó un cáncer este año, cómo no le voy a regalar el campeonato. Esta es otra alegría enorme, esta gente se lo merece, la ciudad se lo merece y creo que fuimos los mejores del año”.
Mendoza tendrá ahora dos representantes en Primera División. Godoy Cruz ya está instalado hace rato y el año que viene jugará su 19a. temporada, con la posibilidad de participar otra vez de la Copa Libertadores. Además, otros dos equipos siguen en carrera en el Reducido de la Primera Nacional: Deportivo Maipú y Gimnasia y Esgrima.
Para Independiente Rivadavia será la séptima participación, después de las seis intervenciones en los viejos nacionales: 1968, 1973, 1977, 1979, 1980 y 1982. En esta última, tuvo su mejor campaña, ya que logró superar la fase de grupos y clasificar a los cuartos de final del torneo. Allí se encontró con la mejor versión del Ferro de Carlos Timoteo Griguol y quedó eliminado por un ajustado 1-0 global, en mayo de 1982. En febrero de 2024, La Lepra volverá a jugar en Primera después de 41 y nueve meses. Primero será la Copa de la Liga y luego el Torneo de la Liga Profesional, en el que enfrentará a todos los históricos de la A.
Fuente: Clarin.com