Florencio Randazzo y Juan Manuel Urtubey buscan relanzar la «tercera vía» y sumar peronistas de Juntos por el Cambio

La polarización y los últimos pasos en falso debilitaron la llamada tercera vía, los armados electorales por afuera del kirchnerismo y el macrismo que habían tenido mayor o menor éxito en las legislativas de la última década. La pretendida avenida del medio que fue quedando angosta. Dirigentes del peronismo y otros sectores encadenan reuniones y exploran relanzar esa alternativa aun con ese escenario, con la perspectiva de que las dificultades del Gobierno y el rechazo a la “grieta” de una parte del electorado vuelva a abrir una posibilidad para ese espacio. De confirmarse, buscarán crecer con “desencantados” del Frente de Todos, aunque también con una porción de Juntos por el Cambio.

La reaparición de Florencio Randazzo aceleró las conversaciones y en las últimas semanas se activó el clásico “todos estamos hablando con todos”, que en este caso incluye desde Juan Manuel Urtubey -otro regreso-, Roberto Lavagna y Graciela Camaño hasta Margarita Stolbizer y dirigentes del socialismo como Miguel Lifschitz: coinciden en que “hay un espacio vacante”, aunque reconocen las debilidades y que será un desafío “darle volumen” a la propuesta. También hubo reuniones con referentes de la llamada pata peronista de Juntos por el Cambio, como Emilio Monzó, Miguel Pichetto y Joaquín De La Torre, para tantear una posible confluencia.

En la provincia de Buenos Aires, habitual centro de la disputa electoral, muchos describen a Randazzo como “muy activo” y ya casi lo anotan como candidato este año, aunque el ex ministro del Interior avisó que se tomará su tiempo para definir. No lo tengo claro. Es cierto que hay un espacio muy grande que no quiere votar al kirchnerismo ni al macrismo, ni quedar preso de esa grieta que hay que superar e ir por arriba. Pero soy cauto”, transmitió en esos encuentros, en los que descartó un acercamiento tanto a Juntos por el Cambio como al Frente de Todos.

“Va a haber una oferta electoral, que va a atraer en la medida que tenga cuerpo. A la decepción de Macri se le suma una nueva desilusión con esta versión edulcorada del kirchnerismo que terminó siendo peor que la original. La demanda está, el desafío es generar la oferta”, aseguró otro de los que viene empujando ese armado. La mayoría de los consultados prefirió no hacer declaraciones, para no mostrarse en la “rosca política” en una nueva etapa complicada de la pandemia, y para esperar a tener definiciones más concretas.

Con buena parte de los dirigentes con origen peronista, por un lado marcan que los armados exitosos en legislativas contra el kirchnerismo tuvieron una fuerte impronta del PJ como en 2009 y 2013, aunque a su vez se proponen dar forma a una propuesta “más amplia” para intentar exceder esa disputa. Entre Massa y Randazzo sumaron 16% en 2017 y Lavagna sacó sólo 6% en la última presidencial. Incluso buscan referentes “por afuera” de la política, para intercalar en las listas.

“Si en el mejor momento de Macri y con Cristina enfrente hubo 16 puntos en el medio, imaginate ahora. El escenario está mucho más abierto”, se entusiasmaron, y aludieron a encuestas en las que un alto porcentaje de consultados rechaza la grieta, en algunas un 60%, aunque en las elecciones se viene imponiendo la polarización: “Hay que construir el espacio y sumar candidatos que sean más de la sociedad que de la política”.

¿A cuál de los dos frente principales le «comerían más votos»? Algunos lo tienen medido. Por el condimento peronista se plantean como búsqueda crecer con parte del electorado que en 2019 votó a Alberto Fernández por considerarlo más moderado que Cristina Kirchner, aunque también disputarle el centro a Juntos por el Cambio. De acuerdo con esa mirada la aparición de los economistas liberales y la profundización de la grieta genera que esa coalición extreme sus posiciones y abra un camino a otra opción de centro: “El Frente de Todos también, porque se cristiniza cada vez más y los dos se validan en los extremos”.

En Juntos por el Cambio las miradas varían. Para algunos, naturalmente “le sacan más” al Gobierno. Otros lo relativizan: “También le van a hablar a la misma gente que le hablamos nosotros”. Los que arman la tercera vía apuntan a una confluencia con los dirigentes peronistas de la coalición opositora. Hubo conversaciones con Pichetto, De la Torre y Monzó. “El final no lo sabemos, estamos hablando”, coincidieron desde ambos lados. “Tenemos medidos los dos escenarios: Florencio solo le saca más al Gobierno que a nosotros. Con un acuerdo con lo que es la pata peronista de Juntos por el Cambio, es 50% a 50%”, analizaron en una de las reuniones sobre la provincia de Buenos Aires.

La ventana abierta de ese posible acuerdo a la vez funciona como una carta para las negociaciones que se acelerarán a medida que se acerque la definición por las candidaturas. Ya desde el acto de lanzamiento, dirigentes del Peronismo Republicano advirtieron que la permanencia en Juntos por el Cambio dependerá de la “apertura” de los socios fundadores y la “generosidad” en la conformación de las listas. “Hay que construir una opción que dispute el poder con el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires”, aseguró De La Torre esta semana.

“El fracaso de 2019 condiciona, Roberto (Lavagna) nunca trabajó para la candidatura, pero somos peronistas y creemos que es posible la construcción de esa tercera vía”, ratificó otro dirigente. El ex ministro de Economía lo tantearon para el espacio, ya no como candidato, y las conversaciones incluyeron a Jorge Remes Lenicov, Jorge Sarghini y Eduardo Bali Bucca, dos a los que se les vence el mandato de diputados este año.

Fuente: Clarin.com