The Cure vuelve a enamorar en Argentina diez años después de su último concierto

Buenos Aires, 26 nov (EFE).- Argentina lleva casi una semana discutiendo el resultado de sus últimas elecciones presidenciales, pero en medio de la incertidumbre política, casi 40.000 personas se entregaron este sábado a la nostalgia, las letras melancólicas y la música de la icónica banda británica The Cure en la primera jornada del festival Primavera Sound de Buenos Aires.

Diez años después de su última visita a la capital porteña, la banda de Crawley (sur del Reino Unido), liderada por el carismático Robert Smith, repasó durante dos horas y media todo su repertorio.

Con casi medio siglo de historia, The Cure es una de los grupos más influyentes del mundo, y sus fanáticos son legión en cualquier latitud.

Enrique, de 57 años es seguidor de la banda desde su juventud. Esta noche es la tercera vez que asiste a un recital suyo. La anterior hace una década en el Estadio Monumental, la cancha de River Plate.

“Me gusta su ‘luz’, es romántica y tenue”, apunta.

Para él, las canciones de The Cure expresan a la perfección «el dolor de aquellos a los que nadie quiere”, reconoce a EFE con emoción.

Por su parte, Ariel y Bárbara deambulan en círculos por el recinto del Primavera Sound. “¿Dónde va a cantar Robert?”, le preguntan a todo el mundo.

Ella lo tiene claro, el tema que espera con más emoción es ‘Friday I’m in Love’, un himno mítico del grupo y su mayor éxito en los noventa.

La noche comenzó con The Cure alternando versiones de algunos éxitos menos conocidos de sus primeros discos y entonando sus últimos sencillos, que formarán parte de su próximo álbum de estudio, ‘Songs of a Lost World’, ya anunciado.

En el escenario, apareció el extravagante cabecilla del conjunto musical. Con su melena alocada, sus ojos perfilados por una sombra de ojos negrísima y los labios pintados torpemente con carmín, Smith se presentó en Buenos Aires con su aspecto característico, emulando a un personaje de Tim Burton y derrochando estilo.

En su pecho, un Sol de Mayo maquillado a su imagen y semejanza. Su particular concesión al Río de la Plata.

Pasados los primeros compases del concierto, el público porteño -conocido por su entrega en los directos- vibró con ‘Lovesong’, ‘Burn’, ‘Inbetween Days’ o ‘Just Like Heaven’.

Enfilando el final de la primera parte del concierto, los éxitos siguieron encadenándose, con un Smith entregado a Buenos Aires. Sonaron ‘A Forest’, ‘From the Edge of the Deep Green Sea’ y ‘Endsong’.

Posteriormente, los británicos abandonaron por primera vez el escenario instalado en un abarrotado Parque Sarmiento.

Pero sólo fue un espejismo. Lo que vino con el primer bis fue una muestra del lado más ‘punk’ de la banda. ‘It Can Never Be the Same’, ‘Charlotte Sometimes’ o ‘Plainsong’ resonaron profundamente gracias al bajo de un inspiradísimo Simon Gallup.

Pero aún quedaba lo mejor. Tras una nueva salida del escenario, Smith y los suyos volvieron a adentrarse en la noche porteña.

«You’re fucking awesome (Sois jodidamente maravillosos)”, admitió el peculiar cantante antes de arrancarse con ‘Lullaby’, ‘The Walk’, y, finalmente, una sucesión prodigiosa de éxitos.

Daba igual que fuese una primaveral noche de sábado en Buenos Aires. A nadie le sonó extraño el desesperado canto de amor de ‘Friday I’m in Love’, preludio de otras dos baladas románticas, ‘Close to Me’ y ‘Why Can’t I Be You?’.

Las parejas, salpicadas por la pista, se acaramelaban mientras Robert Smith se separaba del resto de su banda para plantarse en el centro del escenario y protagonizar uno de los momentos más emocionantes de la noche, cantando a solas con sus seguidores.

Finalmente, la gran traca final. The Cure cerró -como es habitual en sus recitales- con ‘Boys Don’t Cry’, recibida entre saltos y coreada por la mayoría de los asistentes.

Pasada la medianoche, y sin rastros aparentes de cansancio, algunos aún tenían ganas de más. “¡Una más, y no podemos más!”, clamaron, sin respuesta por parte de Smith y los suyos.

Ya sin guitarra, con el maquillaje esparcido por su rostro y los brazos extendidos en señal de agradecimiento, el cantante prometió al público argentino una nueva visita de la banda al país suramericano.

¿Quién sabe cuando volverá a inundar Buenos Aires este torrente de notas lánguidas y agridulces llantos de amor? Podría ser un lunes, un martes gris, un miércoles cenizo, un jueves, un viernes o en fin de semana. Da igual, el idilio entre The Cure y Argentina no entiende de fechas.

Juan Verano y Rafa Sanz del Río

Fuente: Infobae