El abogado de Thelma Fardin acusó a la defensa de Juan Darthés de haber llevado adelante un “interrogatorio revictimizante”

Santiago Filipuzzi

Este miércoles se llevó a cabo la segunda jornada del juicio a Juan Darthés, denunciado por Thelma Fardin de haberla violado durante una gira de Patito Feo por Nicaragua, cuando ella tenía apenas 16 años. Del proceso, que lleva adelante la justicia brasileña, también participan la de Argentina y Nicaragua. Durante la segunda audiencia, brindaron testimonio tres testigos, entre ellos Calu Rivero, la primera en acusar mediáticamente al actor por acoso sexual. Intratables, entonces, dejó de lado la agenda política y se dedicó de lleno a dar detalles sobre lo ocurrido.

En el estudio se encontraba Anita Co, la tercera de las actrices que denunció mediáticamente a Darthés por abuso, y en el primer tramo del programa salió al aire Martín Arias Duval, el abogado de Fardin, que dio detalles de que ocurrió durante los dos primeros días del proceso.

“Tengo la certeza de que el proceso va a tener buenos resultados. El comienzo del proceso estuvo trabado, porque se presentaron una serie de planteos dilatorios por parte de la defensa. Daba la idea de que no había voluntad por parte del acusado de que se iniciara la audiencia. Eso demoró el inicio, por eso los testimonios que estaban previstos para el martes pasaron a la jornada de hoy, los de hoy para mañana y los de mañana para fines de enero.

El letrado negó las versiones que indicaban que el testimonio que prestó Fardin en Nicaragua mostraba diferencias en cuanto a lo que declaró el lunes. “No hay diferencias. Por ahí en una expresión dicha de otra manera, pero el relato de Thelma es siempre el mismo, coherente y apoyado por el resto de las pruebas que nosotros conocemos, aportadas tanto desde Nicaragua como de Argentina”, aseguró.

Del proceso, que se lleva a cabo en la ciudad de San Pablo, donde reside el actor acusado, participan la justicia de tres países: Brasil, la Argentina y Nicaragua. En 2018, Fardin viajó a Managua a realizar la denuncia penal. Al hacerse público, Darthés decidió abandonar Buenos Aires e instalarse en su país natal, Brasil, que no admite la extradición de sus ciudadanos.

Ante la negativa del actor de Dulce Amor de presentarse ante la justicia nicaragüense, y luego de que Interpol pidiera su captura internacional, la justicia de San Pablo decidió hacerse cargo del proceso, del que participan las fiscalías de los otros dos países.

Arias Duval indicó que en procesos como este, en el que se juzga un delito sexual ocurrido en 2009 y el acusado niega todos los cargos, todas las pruebas cobran valor. “Los sistemas de enjuiciamiento moderno evalúan de la misma manera a todas las pruebas, no tiene más valor una pericia psiquiátrica que el relato de la víctima, que tiene un valor fundamental”, indicó.

“En ninguna de las acusaciones penales, Darthés ha dicho nada. Lo poco que dijo fue en una entrevista. No ha explicado nada, a pesar de que en su momento dijo que iba a dar explicaciones en la Justicia. Eso nunca ha pasado”, aseguró el letrado. Y disparó: “La defensa de Darthés no es clara. Lamentablemente, el interrogatorio de Thelma fue revictimizante, pero ella tuvo una fortaleza tremenda y contestó todas las preguntas, incluso algunas que no tenían nada que ver con el juicio”.

El abogado dejó entrever que esa situación había sido advertida por el juez. “De hecho, se pidió que se cambiara la estrategia del interrogatorio. A mí me puso mal el tono de las preguntas. Más de lo que dije no puedo decir por el secreto que dispuso la Justicia”, reveló.

Sin puntualizar en el caso, finalizó: “Si alguien va a denunciar el robo de una computadora no se le pide una pericia psiquiátrica para ver si es fabuladora; en los casos de índole sexual, sí. En Latinoamérica todavía no tenemos una Justicia que trate estos temas con perspectiva de género”.

En el estudio se encontraba Anita Co, una de las testigos de la causa que debían prestar testimonio el jueves y que recién podrán hacerlo en enero. A pedido de Alejandro Fantino, la actriz repasó el episodio que vivió con Darthés en 1999, cuando ambos formaban parte del elenco de Gasoleros. “Esa noche se lo conté a mi novio, que hoy es mi mejor amigo, y a dos de mis amigas. La situación se interrumpe cuando entra al camarín en el que estábamos una vestuarista. En ese momento, salí del camarín y no volví a entrar nunca más, ni siquiera al otro día. Hoy sé que esa mujer me salvó, pero en ese momento lo que yo pensaba era: ‘¿qué va a pensar’?”, explicó la actriz y cantante.

“Él seguía insistiendo. Me pedía el teléfono. Hoy iría a hablar con la productora, pero en ese momento tenía miedo de que pensaran que era yo la que se estaba apretando a alguien en lugar de trabajar y temía que me echaran. Si me pasa hoy, me corro de ese lugar, lo manifiesto de otra manera, pero las mujeres siempre tenemos miedo de quedar como conflictivas. Por eso te callás”, expresó.

“Cuando él se me venía encima, yo justo le estaba diciendo que me gustaba cómo cantaba un tema de la comedia musical que mi papá [Juan Carlos Cuacci] dirigía. Y me quedé pensando si no habré estado seductora. Sentís culpa”, recordó.

Co rememoró otro episodio que se dio un tiempo después: “Era la presentación de un disco de Cecilia Milone. Yo estaba con mi mamá y él con su esposa [María del Carmen Leone], y él seguía insistiendo”.

Natalia Juncos, otra de las actrices que junto a Rivero y Co acusaron al actor, brindó también su testimonio desde Córdoba. “Ahora no lo sufro como al principio cuando lo cuento, pero cada vez que sale este tema vuelve otra vez el dolor en el cuerpo. Es muy parecido a lo que le pasó a Anita. En la tira Se dice amor, en 2006, yo hice una participación. La primera vez que voy, estábamos por salir a escena y él me empieza a decir si no quiero irme a dormir con él, que tenía un departamento en Palermo. En ese momento, no le di importancia. Una tenía naturalizada esa situación”, comenzó contando.

La actriz contó que en ese momento estaban solos en un garaje, porque la escena que debían grabar era en exteriores. “Luego, me doy vuelta, y me toca con el dedo desde el cuello hasta la cola. Me dice que lo calentaba y cuando giro me muestra su erección y me dice: ‘mirá cómo me pones’”, recordó.

Salir de esa situación no fue nada fácil. “Después de la escena, empezamos a los gritos. Él no respetó el libro y dijo que yo hacía cualquier cosa. Volví a mi casa llorando, porque estaba muy contenta con el trabajo”, continuó su relato.

“Se lo conté a mi representante apenas llegué a mi casa, pero me dijo que no podíamos hacer nada porque ellos tenían el poder”, aseguró. Sobre qué fue lo que la llevó a contar públicamente su historia, Juncos señaló: “Estuve mucho tiempo sola hasta que apareció Anita. Todos me decían para qué hablé. Fue terrible. Ningún medio me contuvo y todavía no estaban las chicas de Actrices Argentinas. Se me ocurrió decirlo cuando vi que pretendían aleccionar a Calu por haber contado lo que le pasó, que fue lo mismo que me ocurrió a mí”.

Fuente: LA NACION